El Consell de Mallorca ha decidido apostar esta legislatura por la movilidad sostenible. Es por ello que se construirán una veintena de viales cívicos, destinados a ciclistas y peatones, así como una treintena de aparcamientos disuasorios en los alrededores de las estaciones de bus y tren para que los residentes de las diferentes comarcas tengan mucha más facilidad para utilizar el transporte público.
En lo que hace referencia a los viales cívicos, el pasado mes de noviembre se inauguró la reforma de la carretera de ses Salines a la Colònia de Sant Jordi que incorpora un vial de estas características de unos seis kilómetros. En estos momentos está en construcción un vial cívico entre Binissalem y la ciudad de Inca de unos cinco kilómetros y una inversión que ronda los cuatro millones de euros. De igual modo, el vial cívico que unirá la carretera con el pueblo de Alaró está a punto de licitarse. En redacción de proyecto hay viales cívicos que unirán Santa Maria con Portol, otro entre Camp de Mar y Paguera, el de Santa Eugènia, el de la avenida Costa Llobera de Artà o el de la travesía de Sóller, entre otros.
Un plan ambicioso que en pocos meses verá la luz
El plan de aparcamientos disuasorios es otra iniciativa importante que está impulsando el Consell desde hace tiempo y en pocos meses verá la luz. Se ha consensuado con los ayuntamientos y una treintena de aparcamientos se asentarán cerca de las estaciones de bus y tren de los diferentes municipios con una inversión que superará los 20 millones por parte del Consell de Mallorca. El Consell de Mallorca está realizando toda una seria de actuaciones para mejorar la fluidez del tráfico en los accesos a Palma, se trata de obras y mejora de la señalización que para este año cuentan con un presupuesto de 15 millones de euros y que ya están empezando a dar resultados. Ninguna de ellas tiene consumo de territorio y se llevan a cabo utilizando los terrenos de las medianas o de las franjas de servidumbre.
La actuación más importante, de unos 8 millones, será la construcción de un nuevo carril en la vía de cintura en dirección Andratx desde el Estadio Balear hasta la salida de la carretera de Valldemossa. Mediante este ramal se conseguirá reducir los trenzados de los vehículos que se incorporan a vía de cintura desde la carretera de Sóller, Inca o Valldemossa que provocan las retenciones. De igual modo se habilitará un nuevo carril en el falso túnel.
Ya se han culminado actuaciones como la construcción de una nueva salida desde el aeropuerto hacia la autopista de Llucmajor, la reordenación de carriles en la autopista de Andratx habilitando dos carriles para acceder a vía de cintura y solo uno para entrar en el Passeig Marítim. También se ha construido un nuevo vial de acceso al polígono de Can Valero para evitar que todos los vehículos desemboquen en la rotonda de la salida desde vía de cintura. Ahora se ha constado que funcionan.
Están a punto de iniciarse, además, las obras del proyecto de mejora de los accesos a la autopista del aeropuerto de las urbanizaciones de Llucmajor y se está culminando el projecto para reformar la rotonda de la carretera de Sóller ubicada junto a la estación de la ITV de Son Costelló. Se creará una nueva salida para acceder a Son Espases y a Son Sardina y mejorará la fluidez en una zona conflictiva por la densidad de tráfico.
El segundo cinturón, estratégico para descongestionar la vía de cintura
El Consell también ha aprobado el proyecto del Tramo I del segundo cinturón, una infraestructura necesaria para descongestionar la vía de cintura y la autopista del aeropuerto y que discurrirá soterrada en parte para minimizar el impacto paisajístico. El proyecto del enlace entre la autopista Ma-19 y el segundo cinturón tendrá un túnel de 845 metros de longitud que se extiende desde Coll d'en Rabassa hasta el Camí Fondo. Contará con viales cívicos que conectarán el Coll y Son Ferriol con Palma y 450 plazas de aparcamientos disuasorios para reducir la entrada de coches a la ciudad de Palma.
Será la única gran infraestructura que se impulsará durante esta legislatura, que tiene un presupuesto de 110 millones de euros y que la mayoría de partidos que se presentaron a las elecciones llevaban en sus programas electorales. Tal y como advirtió el presidente Llorenç Galmés, en esta legislatura no se construirá ninguna otra autopista.
Una de las principales novedades del proyecto es la incorporación de un ramal de acceso directo a la zona industrial y comercial, lo que evitará que los vehículos provenientes de Palma tengan que atravesar el núcleo urbano de Coll d'en Rabassa, reduciendo así las congestiones en la zona.
Además, se ha rediseñado el paso superior al Coll d'en Rabassa con el objetivo de alejar la conexión con la autopista del aeropuerto de las viviendas del barrio, mejorando la integración urbana. En la superficie, para ordenar los movimientos vehiculares, se han diseñado dos rotondas con un radio de 48 metros y un bulevar urbano que conecta ambas rotondas.
Este proyecto busca mejorar la movilidad, la seguridad vial y la integración urbana en la zona, promoviendo una mayor interconexión entre diferentes áreas y contribuyendo al desarrollo sostenible.
Una inversión de 20 millones para mejorar la seguridad
Se está acometiendo también el refuerzo de firme en la red de carreteras secundarias de la isla con una inversión de 20 millones de euros con el objetivo de mejorar la seguridad y evitar accidentes. En este sentido, también se está trabajando en la eliminación de puntos negros en los llamados tramos de concentración de accidentes.
En lo que hace referencia a la mejora del firme de las carreteras secundarias ya se ha terminado la colocación de nuevo asfaltado en la vía que une Sóller con Deià, una carretera que estaba muy deteriorada y que hacía más de 40 años que no se realizaban mejoras importantes. De igual modo, se han iniciado las obras en la Selva-Mancor y está a punto de adjudicarse la reforma de firme en la carretera de Andratx a Estellencs. Otras mejoras en carreteras secundarias están en fase de redacción de proyecto para que se puedan iniciar en breve. Es el caso de la Bunyola-Alaró, la Santa Margalida-Can Picafort, la Peguera-Port d'Andratx, la Santa Margalida-Llubí, la Alcúdia-Port de Pollença o la de Lluc-sa Calobra, entre otras.
En el caso de los puntos negros se ha actuado en la zona de concentración de accidentes junto a los depósitos de CLH, eliminando un cambio de rasante muy peligroso que provocaba colisiones en la unión del segundo cinturón y la carretera del Coll d'en Rebassa.
De igual modo, en breve comenzarán actuaciones en los accesos al hospital de Son Llàtzer desde la carretera de Sineu donde se construirá una rotonda para reordenar el tráfico y un vial cívico para evitar que los peatones tengan que circular por la calzada. Asimismo, están previstas actuaciones similares en una treintena de puntos negros de la red viaria de Mallorca.