En el último año y medio el Paseo Marítimo ha estado, y continua, en obras, por lo que muchos conductores han optado por aparcar sus coches particulares sin respetar las líneas de aparcamiento ni circulación. En definitiva, han campado a sus anchas, sin embargo, los vecinos de la zona, cansados de ver vehículos sobre aceras han advertido que van a comenzar a denunciar a los conductores infractores.
«Cuando acaben las obras en la vertiente tierra, que esperamos que sea la semana que viene, empezaremos a poner denuncias cuando no se respeten las líneas», asegura el presidente de la asociación de vecinos del Paseo, Antonio Ruiz. «Ya se están marcando las nuevas rayas amarillas. Hemos tenido paciencia durante las obras, porque en parte entendíamos la situación, pero cuando acaben de pintar estará todo más claro y limpio», añade.
Los continuos cambios en la señalización y de circulación en la Avinguda Gabriel Roca han hecho que muchos se sintieran con la libertad de estacionar en zonas prohibidas, ir en contra dirección e incluso obstaculizar, a veces, el acceso a los párkings privados de los residentes de la zona.
En la parte del edificio Palma Real, por ejemplo, algunos usan el espacio como zona para hacer botellones, haciendo ruido por las noches y dejando después de la juerga basura en la calle, generalmente botellas, botellines y latas de bebidas. Ruiz también critica que han aparecido muchas pintadas vandálicas en el paseo, generalmente en las barreras Newjersey de la propia obra.