Més per Palma se ha reunido en el Centro Flassaders con un grupo de entidades y presentantes de la sociedad civil para abordar «la problemática que representa la nueva ordenanza cívica que quiere aprobar el gobierno del alcalde Jaime Martínez». En la reunión la portavoz del grupo municipal, Neus Truyol, ha explicado «las amenazas» que comportan la aplicación de la ordenanza.
En esta línea, ha dicho que la norma «quiere imponer soluciones políticas a problemas sociales, que criminaliza colectivos y reprime derechos y libertades fundamentales». Por su parte, las entidades presentes han expresado su negativa y preocupación en relación a una propuesta que ya antes de ser aprobada ha generado movilizaciones, controversia y alarma social, como es el caso de las personas que viven en caravanas.
La nueva ordenanza «ataca derechos fundamentales como disfrutar del espacios públicos, atenta contra la libertad de reunión, las actividades de los artistas de calle o el derecho al juego de los niños. En definitiva, es una norma que nos transporta a tiempos oscuros alejados de los principios democráticos. Además, Palma se ha declarado Ciudad Amiga de la infancia y Ciudad Educadora y ha firmado el pacto por la inclusión social. Esta ordenanza ataca directamente estas declaraciones», ha afirmado Truyol.
Més per Palma opina que el enfoque «cínico» de la ordenanza «es puramente represivo y que no ofrece soluciones para fomentar la convivencia». En esta línea, la formación se pone a disposición de la ciudadanía, entidades y colectivos señalados por esta nueva norma. «De esta manera se podrá articular un frente común que pare la iniciativa cínica, que recorta derechos y libertades democráticos fundamentales», ha declarado la portavoz. Por ello, el partido instará al gobierno del PP a retirar la misma y a tomar medidas reales para fomentar una convivencia democrática y comprometida con las libertades y la igualdad.