El agravio comparativo de Son Gual II respecto a otras barriadas de Palma será menor gracias a la proposición presentada por el grupo municipal de Vox en el Ajuntament de Palma, y que ha encontrado respaldo en las filas del Partido Popular (PP). Una iniciativa que pretende, gracias en buena medida a las carencias destapadas semanas atrás por Última Hora en esa zona periférica del municipio de Palma -que linda con Algaida-, mejorar la calidad de vida de sus vecinos, que llevan años reivindicando la recepción de aquella zona, además de diferentes espacios que den vida a un barrio olvidado por Cort.
A petición de la Asociación de Vecinos de Son Gual, el grupo municipal de Vox en Palma ha expuesto la necesidad urgente de llevar a cabo trabajos de mejora y mantenimiento en la carretera de acceso a la urbanización Son Gual II, desde la autovía de Manacor, además de dotarla de una señalización que han tenido que asumir los propios habitantes de esa zona.
De la misma manera, se insta a arreglar o prevenir una serie de deficiencias en el mobiliario urbano, caso de las bocas de incendio destrozadas, los vertidos incontrolados en algunas áreas de Son Gual II, el desbroce de las hierbas y las ramas que invaden las calles o las aceras; de la misma manera que se reclama poner fin a los problemas en la red de iluminación -los vecinos denunciaron que 85 farolas no tienen servicio- y al déficit de conectividad a través del transporte público, aunque en este aspecto, desde la EMT trabajan para recuperar el servicio de autobús a demanda.
Tras lamentar dos legislaturas en blanco, los vecinos de Son Gual II han visto como el pleno del Ajuntament de Palma toma cartas ante el abandono que denuncian, saldando algunas de las cuentas pendientes a nivel de infraestructuras, con el fin de dotarla de equipamientos y servicios públicos mínimos, algo que agradecieron desde la Asociación de Vecinos, que se han sentido escuchados por primera vez en años.
Pese a ello, sigue presente otra demanda histórica. Y es que los vecinos piden la construcción de una área recreativa polivalente y multiedad en una zona verde ubicada frente al espacio residencial. Un proyecto que ganó el proceso participativo en 2019, por valor de 100.000 euros, y debió ser trasladado a los presupuestos de 2020. «Pero nunca más se supo», agrega Antonio Vázquez, que señala un espacio de 6.000 metros cuadrados de zona verde preparados para ello. «Es triste que los niños no tengan un espacio para jugar, como los demás del municipio», aseguraba el dirigente vecinal, satisfecho por el paso al frente dado por Cort, pero vigilante ante el cumplimiento de esta iniciativa.