Ya han arrancado las obras de la nueva depuradora EDAR II, que permitirán que en el futuro no se tengan que volver a cerrar las playas de Palma por el peligro de vertidos y las cuales el Ajuntament prevé finalizar para el verano de 2026, según ha informado el secretario de Estado de medio Ambiente, Hugo Morán, este martes.
La primera fase del proyecto, que tendrá un plazo estimado de 30 meses y consta de la ampliación y remodelación de la depuradora, cuenta con una dotación de 142 millones de euros, provenientes de fondos europeos Next Generation. Asimismo, está planteada una segunda fase, en la que se construirá un emisario, cuyo proyecto se entregará el próximo mes de junio y contará con una dotación inicial de 70 millones de euros aproximadamente, que no provendrán de los mismos fondos por salirse del plazo establecido para la ejecución del proyecto principal (fase 1).
Por otro lado, la nueva depuradora contempla también un parque fluvial, con un trazado de 700 metros, que consistiría en una zona verde para disfrute de la ciudadanía, reduciría el impacto visual de las infraestructuras y conectaría varias zonas entre sí para transitar. Esta idea no está aún plasmada en el planteamiento del proyecto: «Vamos a ver como se complementa, por ahora es una voluntad», ha explicado el alcalde de Palma, Jaime Martínez.
El inicio de estas esperadas obras suponen también el posible desbloqueo de 13.000 viviendas de nueva construcción que se quieren llevar a cabo en el suelo urbanizable de la zona y que están paradas por la limitación de las aguas. En este sentido, Martínez ha dicho que, «en estos momentos, cualquier desarrollo de vivienda, ya sea residencial o turístico, está paralizado porque se aprobó el Plan General con esta condición de la Comisión Balear de Medio Ambiente. En el futuro, si tenemos el proyecto finalizado desbloqueará la situación».