Malas noticias para el pequeño comercio de Palma: Casa Canet ha cerrado su puesto del Mercat de l'Olivar tras 75 años de historia. Se trata de uno de los Comercios Emblemáticos de Baleares, que se ha visto abocado a bajar la persiana de forma definitiva por las dificultades que atraviesa el pequeño comercio. «Estamos muy tristes, ha sido una decisión muy dura porque para nosotros era nuestra vida y hemos luchado mucho», confiesa Eva Oliver, administradora del negocio.
Los motivos que la han llevado a ella y a sus hermanos a tomar esta drástica decisión son económicos, ya la pandemia de la COVID-19 les arreó un golpe muy duro, del que no han llegado a reponerse. «El centro es muy caro y las materias primas han subido muchos; nosotros ofrecemos productos de mucha calidad y no todo el mundo puede pagarlos», explica con dolor. Para la historia quedarán sus conocidos llonguets, merengues y medritxos, que tantos buenos momentos han hecho pasar a las familias mallorquinas.
Eva tiene solo 50 años y ahora emprende una nueva vida, en la que echará mucho de menos a sus clientes y el resto de comerciantes del Mercat. Por ello, ella y sus hermanos han aprovechado las redes sociales para despedirse y dar las gracias. «Nos despedimos. Después de 75 años Casa Canet se despide, no antes sin dar las gracias a todos y cada uno de nuestros clientes que, para nosotros, sois nuestra familia. Ha sido un gran placer veros cada mañana, saber lo que os gusta, contarnos nuestras cosas, toda una vida. Os vamos a echar muchísimo de menos. También dar las gracias a nuestros proveedores que sin ellos tampoco hubiera sido posible seguir tantos años, que han sido muchos». Además, han extendido sus agradecimientos al Mercat de l'Olivar, «que ha sido y es nuestra familia, nos hemos visto crecer, casarnos tener hijos, por mi parte 35 años de vernos todos los días. Echaré muchísimo de menos nuestros buenos días de por las mañanas. En general, daros las gracias por estos maravillosos años con vosotros. Esperamos haberos hecho muy felices comiendo nuestro pan durante tantos años.
Sus orígenes se remontan a 1691
El origen de Casa Canet se remonta al año 1691, fecha en que en el Llibre del repartiment se cita a Joan Febrer como panadero de la parroquia de Santa Eulàlia. Jaume Oliver y Rosa Dalmau adquieren el horno de la calle de La Corderia en 1951, año en que también abren una parada en el Mercat de l'Olivar. Hasta su cierre, la tercera generación regentaba los dos locales, concretamente, tres nietos de los fundadores: Eva, Toni y Carmen Oliver.
Eva recuerda con nostalgia cuando sus abuelos vivían en el piso de arriba del local de La Corderia, comunicados con el obrador a través de una estrecha escalera. Desde entonces, ella y sus hermanos han conservado las recetas tradicionales de panes y pasteles, que continúan elaborando a mano con la misma harina de siempre. Eva quiere hacer una mención especial a su madre, Carmen Arribas, ya que su papel ha sido fundamental en el éxito que ha cosechado este emblemático comercio a lo largo de su historia.