El Ajuntament de Palma ha ordenado el derribo de la casa derrumbada en la calle Polvorín número 7, después de que haya sido declarada en ruinas. El riesgo inminente de la caída por un simple golpe de viento de algunos de los muros de la vivienda siniestrada que estaban aún en pie ha hecho que los vecinos de fincas colindantes hayan tenido que ser desalojados, 27 de los cuales están acogidos en centros de acogida u hostales y el resto, permanecen en casas de familiares.
El regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, señaló que este martes «he firmado la ejecución inmediata de medidas cautelares tras declararse la ruina técnica. El derribo de la casa se llevará a cabo de forma inminente por parte del Ajuntament, ya que el propietario de la vivienda no tiene capacidad para acometer la demolición».
El Ajuntament llevará a cabo la demolición de forma subsidiaria y luego reclamará los gastos al propietario de la vivienda siniestrada. El objetivo es «que los vecinos vuelvan a sus casas cuanto antes», declaró Fidalgo. Los vecinos de los edificios en la calle Polvorín 9 y Robert Graves 94 tuvieron que salir de sus viviendas ya que existía el riesgo de que algunos de los muros que quedaban en pie de la casa siniestrada cayeran sobre sus viviendas.
Fidalgo calculó que en unos diez días se podrá llevar a cabo la demolición de la estructura, mientras sigue adelante la investigación sobre los motivos del derrumbe de la vivienda.