El pleno del Ajuntament de Palma ha estado marcado por uno de los puntos que se debatían este jueves: la situación del club de la tercera edad de Son Cladera, La Cala. Durante su turno de intervención, el regidor del PSOE, Daniel Oliveira, ha exigido a la regidora de Majors, María Luisa Marqués, que «se pasen de las palabras a los hechos», aunque matizando que a él y su formación «les conta que se han dado paso», pero que son «insuficientes».
Por su parte, Marqués ha repasado cronológicamente, desde 2022, los antecedentes que envuelven al caso. Desde que el club debía «poco dinero» a la entidad privada, Fundació Sa Nostra, que alquilaba el local donde desarrolla su actividad la asociación de mayores, hasta el pasado octubre, cuando, según afirma la regidora, Cort ofreció otro espacio, el Casal de Son Cladera.
Asimismo, Marqués ha asegurado que «por desgracia, si la entidad no quiere realquilar y gana la demanda que ha impuesto al club, los socios serán responsables de la deuda», unos 30.000 euros, que la asociación debe por el alquiler del local. Ante tal afirmación Oliveira ha replicado que es «triste y poco elegante» que la regidora «quiera acusar a los mayores de responsables, habiendo detrás una directiva».
Además, el socialista se ha defendido de las acusaciones de Marqués sobre la inacción durante la legislatura pasada, cuando gobernaba el Pacte, dejando claro que «tanto el Consell de Mallorca, bajo el mando de Catalina Cladera, como el ayuntamiento, bajo el mando de José Hila, siempre ha estado en reuniones negociando con Sa Nostra para interna llegar a una solución».
En este punto, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Palma, María Jerónima Marqués, ha gritado desde el público: «Eso es mentira. Nos dejó plantados. Este señor miente». Tras esto, el acalde Jaime Martínez ha pedido silencio y recordado que el público no puede intervenir.
Preocupación entre los socios
Después de que la regidora haya informado durante el pleno sobre la demanda interpuesta por Fundació Sa Nostra y de apuntar hacia los socios como responsables directos de pagar la deuda si la entidad privada gana, los rostros de los jubilados que llenaban la sala expresaban preocupación.
A la salida del pleno muchos han intentado hablar con la regidora para dejar claro que ellos no pueden hacerse cargo: «Esto es una vergüenza, no podemos pagar una deuda que no es nuestra», criticaba uno de los afectados. La tensión ha ido creciendo hasta tal punto que se han cerrado las puertas de la sala para poder continuar con la sesión plenaria.
La formación municipal socialista ha criticado este acción a través de un tuit, en el que han acusado al equipo de gobierno de «no tolerar a las personas que piensan diferente a ellos». Mientras esto sucedía, Marqués dialogaba con uno de los socios, al otro lado de la puerta, intentando convencerle de que acepten el local que Cort les ofrece sin coste alguno.