Pocas horas después de presentar la propuesta plenaria que supondrá el fin de la moratoria hotelera en edificios BIC y protegidos, el Ajuntament de Palma ha advertido que el cupo de plazas hoteleras para Mallorca está agotado y, por lo tanto, no habrá nuevos establecimientos turísticos en el municipio. Es decir, lleva al pleno una medida que no se podrá aplicar. Al menos, de momento.
Este viernes por la mañana el PP presentó una propuesta (que se aprobará gracias al apoyo de Vox) para el pleno del día 25 de enero, en la que levantaba la moratoria (impulsada por Modelo de Ciudad en la legislatura pasada) de abrir hoteles para edificios BIC o protegidos. El regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, aseguró por la mañana que «quedaban 50 plazas libres de las 200 asignadas para toda Mallorca hasta hace un mes». Pero ya por la tarde desde el Consistorio se advirtió que ya se habían agotado. Fuentes del Consell de Mallorca, administración que comercializa las plazas, confirmaron esta circunstancia.
De esta manera, aunque la medida entre en vigor en el momento en el que se apruebe la propuesta en el pleno de Cort, con la ausencia de plazas disponibles es imposible la apertura de nuevos establecimientos en edificios BIC. En julio de 2023 y gracias a una excepcionalidad que recogía la moratoria turística aprobada por la izquierda, quedaban en la Isla un total de 200 plazas para este tipo de alojamientos. Todas están agotadas.
Sin embargo, fuentes del PSOE de Palma han mostrado su extrañeza por este movimiento ya que, en principio no se pueden abrir hoteles si se ha agotado la bolsa. «Si no hay plazas disponibles, ¿por qué lo hacen? Hay presiones de inversores para hacer nuevos hoteles en Palma. ¿A qué intereses está respondiendo ahora el equipo de gobierno?», señalaron fuentes socialistas, que advirtieron que esta medida «no responde al interés general, sino al particular. La pregunta es de quién son esos intereses». Desde Més per Palma, Neus Truyol se preguntó «¿por qué aprueban esto si no hay plazas? Trabajan para facilitar el crecimiento turístico y no por el bienestar de sus vecinos».
Durante la comisión de Urbanismo en la que se presentó esta propuesta, este viernes por la mañana, el regidor de Vox, Fulgencio Coll, mostró su apoyo a la medida y advirtió a la oposición «no sé que tienen en contra de los hoteles boutique. Aquí lo único es quitar una medida, típica de la extrema izquierda, para que en los edificios protegidos o BIC se pueda dar un buen uso».
El propio Fidalgo explicó por la mañana que «hay edificio catalogados que tienen que tener incentivos para mantenerlos. Solo hay que ver el ejemplo de Can Oliver, que estaba que se caía y ahora se ha presentado al premio Ciutat de Palma de Arquitectura tras su reforma».