Este sábado se ha vivido una ofrenda con novedades. Jaime Martínez se estrenó en su papel de alcalde en la ceremonia de la Festa de l'Estendard, que además este año ha trasladado a la Plaça de Cort la ofrenda de floral al Rei en Jaume. Las obras de la Plaça d'Espanya han dejado la estatua del rey sin flores y en esta ocasión el Ajuntament optó por sacar el retrato que preside la sala de plenos a la fachada de Cort, engalanada con los escudos y estandartes de los conquistadores. Las luces de Navidad hicieron el resto.
El resultado de este acto, una de las citas más importantes de la ciudad, fue muy satisfactorio. Martínez reconoció que aunque «soy muy partidario de las tradiciones, nos han dado la enhorabuena por este escenario. Nos podemos plantear un cambio, hablaremos con el cronista de la ciudad, pero las tradiciones son importantes».
El alcalde recordó el pregón que el viernes ofreció el arquitecto Carlos García-Delgado. «Nos trasladó a una Palma moderna, imponente, hace unos siglos. Y cuanod Jaume I llegó a Palma dijo que era la ciudad más bella que había visto. Pues en eso estamos ahora, en tener una Palma moderna».
Quedan atrás los años de la pandemia, cuando en 2020 y 2021 se iban dejando de forma escalonada las flores bajo la estatua para evitar los riesgos sanitarios. Este sábado no hubo choque entre soberanistas y españolistas que sí se produjeron en ediciones.
De hecho, Martínez se mostró muy satisfecho tras la ofrenda sin incidentes. «Se ha vivido como una muestra de concordia y convivencia, han asistido todos los partidos políticos y la ceremonia ha transcurrido con tranquilidad y normalidad», señaló el alcalde, que reconoce que había asistido otros años a la ceremonia «pero detrás de la barrera. Es distinto ahora vivirlo en primera línea, un experiencia única y muy bonita».
Alrededor de una treintena de entidades vecinales y sociales, así como partidos políticos que abarcaban todo el espectro ideológico fueron colocando sus coronas y ramos de flores a los pies de Jaume I: desde la Associació Falconeria Tramuntana, pasando por el Consell de Joventut de les illes Balears, Recuperem Marivent, la Obra Cultural Balear o Plataforma per la Llengua, el Proyecto Liberal Balear, la Federación de Associacions de Veïns de Palma.
Todos ellos desfilaron ante la atenta mirada del alcalde y los concejales mientras dejaban sus ofrendas ante el retrato de Jaume I. Como anécdota, hubo unos tímidos aplausos para las Juventudes Republicanas, la Obra Cultural Balear (OCB) o la Plataforma per la Llengua. De hecho, uno de los representantes de esta entidad se paseó con una bandera echada sobre los hombros con el siguiente lema: «Passem a l'acció per l'escola en català». Pero si hubo silbidos, no se escucharon en una Plaça de Cort que hoy acogerá la colocación del Estendard Reial de la Conquesta de Mallorca.
En esta ocasión también estuvieron presentes representantes de todos los partidos políticos en el Ajuntament, así como del Consell de Mallorca. Tras acabar la ofrenda, sonó La Balanguera, interpretada por la Banda Municipal de Música de Palma. Por último, el alcalde pasó a través de un pasillo formado por los concejales, seguido por los Maceros de Cort, y depósito su ofrenda.
Antes, a las siete, se celebró la misa en la Basílica de Sant Miquel donde se entonó el canto de la Salve a la Mare de Déu de la Salut, patrona de Mallorca. En la misa solo estuvieron presentes, además del alcalde, los concejales del PP y Vox, mientras faltaron el resto de partidos en la misa. Ya han pasado 794 años desde que Jaume I llegó a Madina Mayurqa.