Tras décadas de anuncios, varias viviendas de la calle Aragón están a la espera de ser derribadas de manera definitiva. Desde el histórico bar Vidal, en el portal 89, hasta el número 97, un puñado de casas en mal estado siguen pendientes de las excavadoras. El objetivo es retranquear la calle para ampliar la anchura de las aceras. El actual Consistorio plantea crear en este espacio liberado una zona verde.
Desde hace años, la mayoría de las casas permanecen cerradas, aunque todavía quedan moradores en alguna de ellas. De las fachadas cuelgan un par de carteles de ‘Se Vende' y, rastreando en los anuncios inmobiliarios, es posible hallar anuncios donde se oferta «chalet a la venta en edificio a reformar, en solar de 206 m2 en calle Aragón». El precio es de 300.000 euros y el anuncio advierte que la vivienda tiene tres habitaciones, aunque omite los planes del Ajuntament de Palma, que ya habían quedado reflejados en el nuevo Plan General.
Para los presupuestos del año que viene, el Ajuntament ha previsto de manera inicial una partida de dos millones de euros para diversas expropiaciones. Además, ha destinado otros 200.000 euros para derribos en las calles Aragón, Manacor y otras aún por definir.
Justo en la manzana colindante, en los números 99, 101 y 103, ya se han demolido las construcciones allí existentes. En el solar que ha quedado libre se guarda la maquinaria con la que el Consistorio está llevando a cabo la mejora de las redes de agua potable y el alcantarillado de Els Hostalets. Los derribos de Aragón son muy esperados.
El presidente de la Associació de Veïns de Son Forteza, Manuel de la Plana, explicó que «los residentes llevamos años quejándonos de la estrechez de las aceras. Apenas llegan al metro y más de una vez los retrovisores de los coches han rozado a los peatones a este lado de la calle Aragón». Desde la entidad vecinal reclaman que también se hagan aparcamientos, ya que hay escasez en el barrio.
El apunte
Una panadería y el bar Vidal, negocios de toda la vida
De la Plana advierte que la mayor parte de las casas llevan más de veinte años abandonadas y ha habido algún caso de okupación. Entre las casas ya derribadas de este tramo de Aragón se encontraba el añorado Forn Campins, con horno de leña, que después fue reemplazado por la panadería Bombonets. En pie está aún el bar Vidal, que durante muchos años fue un negocio histórico que «reunía a los seguidores del Atlético de Baleares, cuando jugaba en el campo de Son Canals». Ahora tiene los días contados.