La llegada de las galeras eléctricas a Palma está pendiente solo de Cort. Así lo deja claro el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que envió al Consistorio el pasado abril el convenio para sustituir las galeras de caballos que acampan junto a la Catedral. Después llegaron las elecciones y el proceso se paró. Desde el nuevo equipo de gobierno municipal se señaló hace unos días que no había ningún documento ni tampoco partida presupuestaria destinada al cambio en las galeras. Un acuerdo en el que algunos caleseros están de acuerdo y se muestran dispuestos a cambiar de vehículo.
Ayer mismo el Ministerio confirmaba que no ha recibido ningún contacto desde el Consistorio palmesano, pese a que el documento solo está pendiente de firmar por parte del Ajuntament de Palma. Así se harían efectivos los 250.000 euros que se habían destinado en los Presupuestos Generales del Estado. Así, en el mercado cada vehículo tiene un coste de alrededor de 24.000 euros, por lo que Palma podría contar con 10 calesas eléctricas.
En el documento se advierte que tendrá que ser el Consistorio el que se encargue del mantenimiento de los carruajes eléctricos, así como de habilitar una nave para almacenar los vehículos y la instalación de equipos eléctricos necesarios para su recarga. Las arcas municipales tendrían que desembolsar también otros 250.000 euros. La aportación económica del Ministerio, por otro lado, se llevaría a cabo a través de transferencia bancaria tras la firma del convenio.
El documento advierte que «el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y el Ajuntament comparten el objetivo común de avanzar en todas aquellas medidas que puedan mejorar el bienestar animal». La firma del documento ratificaría la puesta en marcha de políticas «que eviten el sufrimiento de los animales de tiro».