El Ajuntament de Palma está buscando soluciones para estrenar cuanto antes los cinco autobuses de hidrógeno que siguen aparcados en las cocheras de la EMT. Los problemas técnicos de la planta de hidrógeno de Lloseta han dejado sin opciones a los autobuses nuevos de la EMT, por lo que el teniente de alcalde de Mobilitat i Polígons Industrials, Antonio Deudero, asegura que «estamos buscando la manera de que podamos utilizar el hidrógeno que viene en barco desde la Península».
Tras la reunión que mantuvo este miércoles Deudero con directivos de Enagas y Power to Green, responsables de la planta de Lloseta, que no está previsto que empiece a funcionar hasta finales de este año o principios de 2024, el regidor advirtió que «no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando. Hay carencias de frecuencias y de vehículos».
Por este motivo, Deudero ha solicitado a los técnicos que se busque la manera de que el hidrógeno que venga de la Península pueda utilizarse en los autobuses y así estrenarlos cuanto antes mientras se llevan a cabo los arreglos en la planta de Lloseta. «Hasta ahora, cuando se traía el hidrógeno en barco, por normativa solo podía hacerse a una presión de 200 bares. Este cargamento solo permitía el 15 por ciento de la autonomía del autobús. Por este motivo he pedido a los técnicos que se busque la manera de incrementar la presión del hidrógeno que llegue a la Isla hasta 350 bares y se incremente la autonomía del depósito de los cinco autobuses».
Deudero se reunió ayer con el CEO de Enagas, Antón Martínez, y el gerente de Power to Green Hydrogen en Balears, Sebastià Barceló. En la misma reunión, Barceló señaló que la empresa Accelera, proveedora del electrizador estropeado de la planta, confía en haber resuelto los actuales problemas técnicos a finales de año, por lo que podría estar operativa a principios de 2024. Un mes después podría empezar a suministrar hidrógeno a los autobuses de la EMT.