Dos peatones fallecidos en el Paseo Marítimo de Palma. La temporada alta se tiñe de luto. ¿Qué está pasando? Vianants en lluita, la asociación que tiene como objetivo recuperar las calles para los peatones, ha pedido una reunión con el Consistorio palmesano para disminuir la peligrosidad en esta vía, que califican como «autopista urbana». Entre las medidas que quieren proponer al nuevo equipo de gobierno, reducir el límite de velocidad de 60 a 30, colocar pasos de peatones elevados, más radares y actuar el trazado actual, estrechando la vía, implementando 'orejas' o pequeñas curvas que obliguen al conductor a reducir la velocidad. El objetivo final: recuperar el Paseo Marítimo para los viandantes y evitar que se convierta en un puto negro de las carreteras de la Isla.
«Estamos de acuerdo con la transformación del Paseo Marítimo de Palma, pero no es suficiente», recalca Sonia Jichi, portavoz de Vianants en lluita. En este sentido, apuestan por una revolución de esta vía: «Se trata de un tipo de vía amplia, con más de un carril por sentido, buena visibilidad, pocos semáforos y gran distancia entre pasos de peatones y con dificultad de cruce debido a su amplitud
y sus tiempos semafóricos supeditados a la fluidez del tráfico. Un atropello a partir de los 30 km. por hora, en especial con un SUV y autobuses, aumenta exponencialmente la posibilidad de morir», recuerda Jichi.
«En la actualidad es una vía donde prima el derecho inexistente, por cierto, del conductor a llegar rápido sobre la seguridad de las personas que van a pie o en bicicleta», apuntan desde la asociación. Por eso, piden convertirla en una «vía amable» con el viandante, en el que la bicicleta y el transporte urbano sean protagonistas, no el vehículo privado. «Convertirla en una avenida, no en una autopista, como es ahora».