El Ayuntamiento de Palma ha procedido este miércoles a la demolición de cinco infraviviendas de la manzana dos de Son Banya y ha realojado a las 26 personas -12 adultos y 14 menores- pertenecientes a las seis familias que residían en ellas. Con esta actuación, el teniente de alcalde de Cultura y Bienestar, Antoni Noguera, ha precisado que en la actualidad queda por realojar a 35 familias y unos 70 albergues por derribar, aunque ha remarcado que «no toda la gente que queda está dentro del programa social pero la gente que tenía negocios ilegales ya no vive allí».
La intervención se ha llevado a cabo este miércoles con el desahucio sin incidentes por parte de la comisión judicial, y, posteriormente, se han iniciado las tareas previas a la demolición, como la retirada del amianto y desconexiones de servicios.
Esta actuación se realiza con el sistema de demoliciones por manzanas o núcleos de viviendas para garantizar la seguridad de los operarios y residentes. Entre este miércoles y jueves está previsto finalizar la demolición de la manzana 2 de la calle 5.
La totalidad de las familias realojadas, que son 6, están en el programa de realojamiento y tienen viviendas alternativas. El proceso se está llevando con la colaboración de la Federación de Asociaciones Gitanas de Baleares, con el apoyo a las familias que participan en el programa.
En esta segunda fase se han presentado 84 demandas --el resto de viviendas que restan--, 58 con sentencias favorables y 26 con procedimientos a la espera de sentencia. Por el momento, ninguna de las sentencias han resultado sentencia desfavorable.
A partir del acuerdo alcanzado con el Govern para la cesión de viviendas por el realojamiento de familias vulnerables, y el ritmo de sentencias favorables al desahucio de familias con recursos económicos o viviendas fuera del poblado, se puede prever que se cumplirá con el objetivo de terminar el proceso durante 2023, tal y como contempla el acuerdo político.
Noguera ha concretado que las personas que ya han salido del poblado desde 2018 son 177 en total, 104 adultos y 73 menores, a los que el Consistorio quiere «dar una nueva oportunidad para que empiecen un nuevo proyecto de vida».