La Comissió del Centre Històric ha rechazado, hasta en dos ocasiones, emitir un informe favorable al Plan de Señalización Turística de Palma que ha presentado el equipo de Gobierno de Cort. El grupo de expertos, en este sentido, exige una señalítica menos invasiva que no altere la idiosincracia del barrios donde se instalará. La Fundació 365, entidad municipal encargada de la promoción turística en el municipio, pretende poner en marcha unas rutas por el centro del municipio, así como por otras zonas, como Santa Catalina o el litoral, dirigidas a los visitantes.
Para ello, a través de una empresa externa, ha diseñado una señalización especial que ofrezca información sobre las citadas rutas turísticas. Sin embargo para poder ponerlas en marcha, al menos la de la parte antigua del municipio, necesita obligatoriamente un informe favorable de los expertos de la comisión que, hasta ahora, no ha conseguido.
Una de las voces más criticas contra la idea de las nuevas señales es la de la Associació per a la revitalització dels Centres Antics, ARCA, quien a través de su representante, Josep Masot, asegura que «falla la totalidad del proyecto, tanto por los soportes como por el tipo de información que se ofrece», según se recoge en las actas de las reuniones. En este sentido piden que se eliminen de la propuesta todas las señales «que no sean necesarias».
ARCA, asimismo, reclama que se supriman o se traslade toda la señalítica proyectada en Bienes de Interés Cultural, BIC, y en todos los inmuebles incluidos en el catálogo de edificios emblemáticos. También cuestiona que a la hora de definir las ubicaciones «no se han tenido en cuenta si son o no espacios libres» y solicitan que se agrupen en lugares donde ya existan otras indicaciones para, entre otras cuestiones, no crear problemas de accesibilidad.
La experta designada por la UIB, María Sebastián, también se ha referido en las reuniones a la necesidad de optimizar el mobiliario urbano y aboga por utilizar de una manera más eficiente los postes informativos que ya existen y, de esa manera, no haría falta ocupar más espacio en la vía pública. Algunos de los miembros de la comisión, por último, han solicitado a la regiduria de Turisme de Cort que informen por los criterios patrimoniales que se ha seguido para decidir la ubicación de la futuras señales.
El apunte
Polémica por la denominación de las zonas: Palma Baixa y Palma Alta
Otro de los puntos de conflicto entre la regiduria de Turisme, que promueve las nuevas rutas, y la comisión de expertos es la división del municipio en zonas y, especialmente, sus toponimias. El proyecto reparte los trayectos en seis áreas concretas entre las que encuentran la de Santa Catalina o una bautizada como ‘Ruta del Litoral’. Sin embargo la polémica se ha centrado en las nuevas denominaciones que proponen los redactores del proyecto: Palma Baixa y Palma Alta. Los miembros de la comisión consideran que esta toponimia nunca se ha usado en el municipio y, por tanto, la rechazan tajantemente. En este sentido critican que se estén creando nuevas zonas arbitrariamente.