La fiesta del sacrificio del cordero, la más importante del calendario religioso de la comunidad musulmana que ha congregado a dos mil fieles este sábado en Son Moix, se vio alterada con la irrupción de la Guardia Civil en una finca de La Vileta, en Palma, donde se guardaban un centenar de corderos para otras tantas familias que debían pasar a recogerlos tras el rezo comunitario que tuvo lugar a primera hora de la manaña en las mencionadas instalaciones municipales.
Según testigos presenciales, agentes de la Guardia Civil, así como representantes de las conselleries de Salut y Agricultura, se personaron en la finca y tras inspeccionar el lugar y comprobar si se cumplían la normativa sanitaria y de bienestar animal acabaron levantando acta por infracción administrativa y multando al propietario. También se instó a las familias presentes a abandonar el lugar.
Poco después personal de Natura Parc se llevó a los animales en camiones, con lo que la fiesta quedó suspendida para todos los afectados.
Un miembro de la comunidad musulmana, que prefirió no revelar su identidad, aseguró que «estamos muy indignados, esto es persecución y no pasa en ninguna otra comunidad». Esta misma fuente aseguró que «todo estaba en regla, no había irregularidades con los animales y esto no pasa en Mallorca cuando se hacen matanzas». «Nosotros somos los primeros en parar la fiesta si las cosas no se hacen bien», aseveró.
No obstante, desde la Guardia Civil se explicó que estas inspecciones se realizan siempre que hay eventos o ferias con la presencia de animales, por seguridad, y que nada tienen que ver con motivos religiosos o culturales.
Tan fácil como respetar y cumplir con la normativa vigente, si se cumple, nadie te puede parar nada.