Los vecinos de Son Sardina y de sa Garriga se manifestaron este viernes a favor de independizarse del municipio de Palma y de rechazar la urbanización que proyecta el Plan General en la zona con 550 nuevas viviendas durante la consulta popular que puso en marcha la Plataforma Cívica Estiman Son Sardina. Más de 370 vecinos, según comentaron los promotores, participaron en la fiesta referéndum que se había organizado para conocer la opinión de los afectados. Los datos finales de la consulta popular arrojan datos claros: un 54 por ciento de los 364 residentes (198 personas) que acudieron a votar apoyaron convertirse en una Entidad Local Menor de Palma, lo que supondría gozar de autonomía para la gestión de sus propios intereses a nivel, por ejemplo, organizativo o reglamentario.
Entre las demás opciones propuestas, la de la independencia del municipio palmesano logró el apoyo de uno de cada cuatro votantes, el 25,8 por ciento, (94 personas); mientras que solo el 12,9 % (47 vecinos) se mostró a favor de seguir siendo un barrio de Palma. Por último hubo 25 votos nulos o en blanco. En relación a la segunda pregunta que incluía el referéndum, la relativa al crecimiento urbanístico propuesto por el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) Palma para esta zona de la ciudad, los resultados indican que prácticamente todos los votantes, 327 de las 364 personas que participaron, se opusieron a la macrourbanización prevista por el planeamiento, opción que venía acompañada de la reclamación de un crecimiento mínimo y nuevos equipamientos para el barrio.
Ni uno solo de los votos fue para la opción de apoyar la macrourbanización, que contempla la construcción de 550 nuevas viviendas. Por último, 22 personas votaron a favor de una opción intermedia, la de un crecimiento limitado, de tan solo 160 viviendas, y nuevos equipamientos. Además, se contabilizaron 15 votos nulos o en blanco. El acto comenzó a las siete de la tarde con un concierto de música en directo del grupo Somrock y continuó con un debate y las intervenciones de varios vecinos que defendieron las diferentes posturas que se sometían a votación. Las papeletas estaban organizadas en dos bloques, uno relacionado con la autonomía del barrio y, el otro, con el tipo de crecimiento urbanístico que quieren para la zona. Las tres opciones que daban para pronunciarse sobre el grado de autonomía eran si continuar como barrio de Palma, si preferían ser una Entidad Local Menor y si, por el contrario, apostaban por la independencia municipal.