Pese a la rotunda prohibición del alquiler turístico en plurifamiliares en Palma, en el portal Airbnb se pueden ver más de 300 ofertas de pisos turísticos disponibles para este verano en Palma. Con un precio medio de 250 euros, la oferta se reproduce por toda la ciudad, incluso en Nou Llevant o Son Gotleu, por ejemplo. Ningún barrio se salva de la oferta ilegal de Airbnb, mientras se está produciendo una importante carestía de la oferta de alquiler de larga duración y a unos precios tan altos que está provocando que muchos trabajadores temporales del sector turístico desistan de venir a echar la temporada a la Isla.
De los anuncios analizados, la gran mayoría carecen de licencia para ejercer el alquiler turístico. Algunos pisos tienen una tarifa de hasta 350 euros la noche, por lo que si el anfitrión consigue llenar todos los días, los ingresos pueden llegar a superar los 10.500 euros mensuales. Con estas cifras, resulta más tentador destinar la vivienda a turistas que a la larga duración.
El director general de Habitatge del Ajuntament de Palma, Josep Maria Rigo, advirtió que, pese al incremento espectacular de la oferta en las últimas semanas, «el alquiler turístico en edificios plurifamiliares está prohibido en Palma. Conseguir una nueva licencia de alquiler turístico es imposible». «En Palma fuimos muy rápidos al fijar unas reglas y se prohibió», añadió Joan Riera, gerente de Urbanisme, que puso el ejemplo de Barcelona, donde se tardó más en imponer restricciones y ahora vive una crisis de alojamiento asequible. El nuevo Plan General se muestra aún más restrictivo con el alquiler turístico, mientras que la Conselleria de Turisme tiene la potestad sancionadora contra esta oferta.