El 50 por ciento de los residuos plásticos que se recogen en Palma son botellas de agua, es decir, de las 8.320 toneladas que se retiraron de este tipo de desechos durante el 2021 algo más de 4.000 toneladas correspondían a recipientes, botellas o garrafas del líquido elemento según confirmo Ramon Perpinyà, regidor de Medi Ambient y presidente de Emaya. Esta cantidad de residuos es bastante relevante y el objetivo del Ajuntament es que los ciudadanos vayan reduciendo el consumo de agua embotellada, y por tanto el número de envases que se generan, toda vez que, asegura Perpinyà , «la que sale del grifo cada vez tiene mejor calidad y es muy apta para el consumo humano».
Cabe recordar que, según los datos que maneja Emaya, solo un tercio de los palmesanos, un 34 por ciento del total, consume agua corriente de forma habitual ya sea directamente o a través de filtros o sistemas domésticos de osmosis. Para ello, desde la empresa municipal se ha estado trabajando con el objetivo de mejorar la calidad del agua que sale del grifo. A causa de las características del terreno de la Isla, el agua que proviene de los acuíferos y de las fuentes tiene una elevada mineralización y está catalogada como «dura» pero con la aportación de los embalses y de agua osmotizada de la planta de Son Tugores y de la desaladora las condiciones mejoran. De hecho de forma periódica se controlan los niveles de cloro para mejorar el sabor.
Actualmente, según Perpinyà, Emaya hace controles diarios y se ha reducido los niveles de cal. Los análisis reflejan que el agua de la red no presenta ningún valor significativo de contaminantes como pueden ser los pesticidas o metales pesados. «Desde hace unos años trabajamos para que las características sean homogéneas y para garantizar agua de mineralización débil todo el año», aseguró el responsable de la empresa pública. Consumir agua corriente, según continua el presidente de Emaya «es bueno para la salud y para el medio ambiente ya que supone una reducción muy importante del consumo y de los residuos de plástico».
El apunte
Cort ya ha instalado 33 fuentes públicas y pretende llegar hasta las 63 a final de este año
Para fomentar una reducción de residuos de envases y, según Perpinyà, «para que los ciudadanos comprueben la buena calidad del agua de la red» , el Ajuntament ya ha instalado en todo el municipio 33 fuentes de agua potable filtrada con un sistema similar a los domésticos que reduce el gusto a cloro. Las fuentes están especialmente pensadas para llenar botellas y cantimploras reutilizables y algunas de ellas, según señala el regidor de Medi Ambient, «tienen otra salida para que puedan beber los perros». La idea del Consistorio es seguir incrementando el número de este tipo de instalaciones y Emaya, según asegura el regidor, tiene previsto colocar, durante este año, 30 nuevas fuentes en diversas calles, plazas y espacios públicos del municipio con lo cual, al acabar el ejercicio Palma tendría un total de 66 fuentes públicas.