Las entradas del edificio okupado del número 63 de la calle Manacor fueron tapiadas este lunes, aprovechando que se encontraba vacío tras el incendio declarado durante la noche del domingo.
El inmueble, bautizado recientemente como la ‘casa del terror', amaneció vacío después de que las llamas que arrasaron una parte del mismo provocaran la hospitalización de una persona por intoxicación de humo y otra fuera arrestada por su presunta implicación en el suceso.
Al comprobar que no había nadie, tras el desalojo forzoso de la noche del domingo, algunos vecinos se pusieron en contacto con la Policía Local y ésta con el área de Urbanisme para que se instara a la propiedad a proceder al tapiado y evitar así que de nuevo entrara gente.
Dicho y hecho. La propiedad se puso manos a la obra y a mediodía una cuadrilla de operarios procedió a cerrar con ladrillos las diversas entradas del inmueble que en los últimos meses ha estado okupado por decenas de personas de diversas nacionalidades que han amargado la vida a los vecinos con sus peleas, ruidos y actos peligrosos, como lanzar mesillas por la ventana.
Durante toda la mañana de este lunes hubo policías locales vigilando el edificio, al que se acercaron algunos de los moradores ilegales que reclamaron poder entrar para recuperar sus pertenencias, algo que finalmente se les permitió hacer.
El Ajuntament de Palma había precintado el inmueble hace un par de semanas debido al mal estado de su estructura, pese a lo cual había vuelto a ser okupado. El Consistorio también había dictado medidas cautelares para prohibir el acceso y apuntalar los forjados.