No son cruceristas ni nórdicos, pero cada año viajan a Mallorca para pasar el verano. Desde abril hasta septiembre, los vencejos eligen la Isla para anidar y tener sus crías. El Casc Antic se ha convertido en un campo de pruebas para la conservación de este pájaro, cuyo nombre científico es apus apus, mientras que en catalán se le conoce como falzia. La asociación Conservació Falzies Palma estudia su presencia en el Casc Antic y además, colocan cajones de madera para facilitarles la anidación.
«Forman parte de la fauna urbana de Palma», explica la portavoz de la asociación, Yaima Espinosa, que defiende «el paisaje sonoro de estas aves». Además, los vencejos «no ensucian y ayudan a mantener la estabilidad de la biodiversidad de la ciudad, alimentándose de gusanos e insectos». De hecho, se les conoce como un verdadero repelente natural: una familia de vencejos consume cada año cuatro kilos de insectos, entre ellos el fastidioso mosquito tigre. Cada año emigran desde el sur de África y recalan en la Isla, aunque según una encuesta reciente de SEO Birdlife, en el mundo se ha notado una disminución en la población del 27 por ciento desde 1998 a 2020.
Bajo teja
«Los vencejos anidan debajo de las tejas o en las grietas de los edificios antiguos. Sin embargo, con la oleada de rehabilitaciones en el Casc Antic sus nidos son destruidos», señala Espinosa. El vencejo es un animal muy fiel y anida siempre en el mismo lugar, aunque este año no encuentran su hogar habitual.
La entidad está fabricando cajones que luego coloca en casas del Casc Antic o en la iglesia de Nuestra Señora del Socorro, el único templo que les ha abierto las puertas hasta ahora, gracias a la colaboración del padre Jesús Miguel. La entidad pide la colaboración de otras iglesias, ya que son un lugar donde anidan muchos vencejos.
Colaboran con SEO Birdlife, el GOB, el Consorci de Recuperació de la Fauna de les Illes Balears (COFIB) o el Ajuntament de Palma y hacen un llamamiento a arquitectos y constructores: «Con empresas de la Isla estamos diseñando unas tejas que cuenten con un hueco que permita anidar a los vencejos».
Además de Espinosa, la entidad está liderada por Hugh Birley, el biólogo Miguel McMinn y Guillem Pons, profesor de la UIB. «Los sábados recorremos el Casc Antic. Buscamos voluntarios para analizar su población», dice. También reparten nidos para aquellos que quieran acoger vencejos en casa.
Ahora nacen las primeras crías y los pollos caen del nido en su intento de aprender a volar. Espinosa recomienda «no manipular al animal. Deben meterlo en una caja ventilada con agua y pienso de gato mojado, y avisar al COFIB para que lo recojan».
Este es el Año Internacional del Vencejo y el día 7 se celebra el día mundial, por lo que la asociación llevarán a cabo un taller en el colegio Sant Agustí de Palma.