El Ajuntament de Palma ha desestimado las alegaciones presentadas por diversas asociaciones de vecinos de barrios del centro histórico y en el pleno de este mes de mayo tiene previsto aprobar la peatonalización de las calles Pes des Formatge, Minyones, Fideus y una parte de Peraires (desde el número 24 hasta la calle Constitució).
Así lo confirmó este lunes el concejal de Mobilitat, Francesc Dalmau, quien informó de que la próxima semana tiene previsto reunirse con los vecinos afectados «para explicarles bien los motivos de esta decisión que hemos tomado, ya que no queríamos solo enviar una carta con los argumentos».
Hasta siete asociaciones del centro histórico (Seu, Sant Nicolau, sa Calatrava, Banc de l'Oli, sa Calatrava-Montision-Santa Clara; Sant Pere, la Llonja i Santa Creu, y sa Llotja es Born) presentaron alegaciones contra estas peatonalizaciones, como también lo hicieron residentes de la zona de Santa Eulàlia que no tienen constituida una asociación. Pero, finalmente todas han sido desestimadas, salvo una referida al mantenimiento de una zona de aparcamiento para bicis.
Dalmau concretó que la peatonalización de la calle Pes des Formatge permitirá una conexión peatonal con la plaza de la Quartera. En su opinión «la vía apenas tiene tráfico y «estaba pidiendo a gritos que se peatonalizara».
Recolocar terrazas
Dalmau aseguró que su conversión en una vía solo para viandantes «no nace con la intención de que acoja mesas y sillas de los bares de la zona». Pero lo cierto es que el área de Govern Interior sí tiene previsto esponjar las muchas terrazas de la plaza de la Quartera recolocando algunas en la calle Pes del Formatge.
También las calles Minyones, Fideus y Peraires son vías por las ya no hay mucho tráfico de vehículos. Pero en Fideus y en Minyones, por ejemplo, existen aparcamientos de motocicletas que desaparecerán, así como alguna plaza de estacionamiento de vehículos de cuatro ruedas. Preguntado por si estos párkings de motos se reubicarán en otras calles, el edil no puede garantizarlo: «De momento se quitan».
Las asociaciones vecinales que presentaron alegaciones reclamaban, en primer lugar, que no se tomara ninguna decisión «sin un análisis conjunto por parte de los vecinos de cada uno de los proyectos».
También los residentes de Santa Eulàlia pedían que sus opiniones fueran escuchadas ante la regulación de la zona. «Tenemos derecho a un barrio para los vecinos y que no solo se piense en los negocios y el turismo, que es la prioridad de este Gobierno», lamentaba una de las afectadas.
El mayor temor de los habitantes de estos barrios del centro es que con las nuevas peatonalizaciones se darán permisos para nuevas terrazas, lo que, además de ruidos nocturnos, implicará aún menos plazas de estacionamiento para ellos.