La escritora Victoria Fullana, autora de Son Banya, real i sense mite (Ed. Roig i Montserrat, 2009), quiere reivindicar sus aportaciones sobre el pueblo gitano de Baleares, semanas después de conocer que la investigación Gitanos. Història itinerant d'una ciutat i una illa, de la periodista Laura Jurado, ha sido ganadora de los Premis Ciutat de Palma. Fullana asegura que «la periodista no ha citado mi obra en ningún momento» y lamenta que «haya hablado de los primeros años de Son Banya con la información que yo ya escribí. Yo solo quiero defender que fui la primera que investigó esta etapa y así se refleja en el libro», resalta.
Tras conocer las declaraciones de la ganadora en varios medios de comunicación, reconoce que «me hubiera gustado que hubiese contactado conmigo. Le hubiese ayudado porque yo siempre daré espacio a que se hable y se profundice sobre la historia de los gitanos, pero quiero que se sepa que conté, por primera vez, la historia de la población de Son Banya y tengo, además, muchos apuntes al respecto que no aparecen en el libro».
Malestar
Victoria Fullana declara sentirse «molesta» y hace poco que instó a Cort a tomar cartas en el asunto y aprovechar sus aportaciones en dicha investigación.
El área de Cultura i Benestar Social explicó en un escrito a la autora que el proyecto de la periodista «es un trabajo centrado en el estudio con perspectiva histórica del pueblo gitano en Balears (se centrará en la historia a partir del siglo XVI)» pero que, sin embargo, «considerará» la obra de Fullana para ser citada en la parte dedicada a la historia de Son Banya. Por otra parte, desde Cort también le comunicaron que «actuaremos» en caso de plagio.
La obra homónima de Victoria Fullana es fruto de seis años de relación constante con los gitanos de Son Banya. Fue, durante años, la mediadora entre la prensa y este núcleo. En la obra desmitifica algunas leyendas en torno a este poblado. Asimismo, estuvo muy vinculada al patriarca (Gabriel Cortés) y consiguió durante todo ese tiempo la confianza de los gitanos. «Quiero recordar que ningún medio había entrado en el poblado antes que yo. Fui la mediadora entre los medios audiovisuales y la prensa y el poblado», recuerda. La escritora reconoce, sin embargo, que lleva años desvinculada de Son Banya.