Los establecimientos que no retiren sus terrazas de los aparcamientos podrían ser sancionados con una multa de 600 euros. Así lo confirman fuentes del Consistorio, que han dado un plazo de tres días, que finaliza este viernes, para desocupar la vía pública.
A lo largo de este jueves ya eran muchos los hosteleros de Palma que estaban retirando las instalaciones que habían montado para ampliar sus establecimientos en los aparcamientos.
El endurecimiento de las medidas sanitarias, que ha llevado al cierre de los locales y sus terrazas para frenar los contagios, había dejado en el aire estas plazas de aparcamiento. Sin clientes por decreto, los vecinos empezaron a quejarse esta semana de la necesidad de volver a ocupar estas plazas de aparcamiento.
Tal y como señaló este jueves Alfonso Robledo, presidente de CAEB Restauración, «lo lógico, y para ser solidarios con los residentes, es que estas terrazas se retiren mientras los establecimientos estén cerrados para que se pueda volver a aparcar».
Sin embargo, la variedad de métodos para hacer un cerramiento de estas terrazas improvisadas supone un desafío para los empresarios. La retirada resulta más sencilla en el caso de los que solo instalaron maceteros, mesas, sombrillas o incluso anclajes fijados en el suelo (estos últimos prohibidos por el Ajuntament). El problema lo tienen aquellos que construyeron a medida una tarima o plataforma para instalar mesas y sillas.
Según Robledo, «estas tarimas pueden llegar a costar 1.000 euros y no son desmontables». La retirada, pues, resulta aún más complicada en unos pocos días. «Los que tienen plataforma a medida están que trinan», dice el presidente de la patronal.
Por parte de la concejalía de Govern Interior advierten que se ha informado de la necesidad de retirar las terrazas a las patronales de restauración de PIMEM y CAEB y se llevará a cabo una campaña de información para los empresarios del sector. Cort advierte que «en cuanto la actividad se pueda retomar, los establecimientos podrán volver a ocupar las plazas de aparcamiento para instalar allí las terrazas».
Aceras libres
A su vez, Vianants en Lluita reclamó ayer al Ajuntament que «una vez acabe la crisis de la COVID, se cedan de nuevo las plazas de aparcamiento a la hostelería siempre que prohíba la colocación de mobiliario de cualquier tipología en las aceras».
La asociación pide que se faciliten los itinerarios a pie por las aceras y apelan al «cumplimiento de la Ley de Accesibilidad Universal y el derecho de las personas a disfrutar del espacio público». Y recuerdan que «el 50 por ciento de los trayectos urbanos se realizan a pie».