El Ajuntament de Palma reformará un kilómetro y 120 metros de las calles Camp Redó y Cotlliure, que supondrán una modificación urbana de una superficie total de 22.500 metros cuadrados, con la finalidad de incrementar el espacio para los peatones y convertir así estas zonas en «espacios de encuentro» entre ciudadanos.
La regidora de Modelo de Ciudad, Vivienda Digna y Sostenibilidad, Neus Truyol, ha anunciado en una rueda de prensa que este miércoles se aprobarán los pliegos para la contratación de los primeros seis meses de trabajo de este proyecto, que tiene previsto llevarse a cabo durante 2021 y que supondrá un coste de 62.190 euros.
En concreto, esta iniciativa tiene previsto arrancar mediante un proceso participativo, para que los vecinos de la zona puedan tener voto sobre la puesta en marcha del proyecto. Truyol ha asegurado que esta herramienta sirve para crear «comunidad», pues los participantes adquieren una «mayor estima» por los resultados del proyecto.
«Superamos la reurbanización tradicional y nos adaptamos a soluciones que la ciudad y la ciudadanía demandan, con más conexión con la naturaleza y lucha contra la emergencia climática, espacios humanizados, fomento de la ciudad a pie y espacios públicos abiertos que propicien la cohesión social», ha manifestado la regidora.
Por otra parte, Truyol ha indicado que esta iniciativa busca imitar otros ejemplos de 'urbanismo táctico', como el caso del Espacio Galileo de Madrid o la zona Superilles de Barcelona, donde se exponen las calles como «espacios de convivencia» y no solo como vías de desplazamiento.
«Se inicia una nueva forma de hacer ciudad, con un urbanismo más innovador, más humano, con soluciones basadas en la naturaleza», ha manifestado Truyol, quien ha destacado que se trata de un proyecto «sinérgico», que implicará la colocación de nuevos elementos en estos espacios y que beneficiará a diferentes barriadas.
Por otra parte, ha apuntado que la mejora de estos espacios, en el que se podrán construir nuevas viviendas, no solo repercutirá a los habitantes de esta zona, sino que también beneficiará a los 5.000 alumnos que estudian en centros ubicados en Camp Redó y Cotlliure, además de a los visitantes.
Asimismo, ha remarcado que esta intervención de 'urbanismo táctico' tiene un coste inferior al que requieren las reformas tradicionales, pues supondrá un coste de unos 50 euros por metro cuadrado, frente a los 300 euros por metro cuadrado que pueden llegar a valer una reforma común.
Finalmente, ha indicado que esta iniciativa también servirá para fomentar un modelo de ciudad «saludable», que dará respuesta a los meses de confinamiento registrados con motivo de la pandemia del coronavirus, que ha puesto de manifiesto la «necesidad urgente» de «repensar» el espacio público.