Pese a que algunos usuarios de la EMT ya padecieron la pasada semana los tres días de paros parciales, los nervios eran casi palpables en las paradas de autobuses de Palma este lunes, en el inicio de la huelga indefinida. A las ocho de la mañana, la estampa era la misma en la mayoría de ellas: Pasajeros cansados ya de esperar la llegada del autobús y la mayoría de ellos preocupados por no saber si llegarán a tiempo a trabajar. «Siempre pagamos los mismos», lamentaba uno de ellos.
La indignación recorre las paradas. «Trayectos que hago a diario en un cuarto de hora, hoy serán al menos de 40 minutos», comenta Marcos Onaindia mientras espera el bus que le tiene que llevar hasta Cala Major.
La situación es más dramática para otros usuarios, aquellos que llegan desde la Part Forana este lunes. Carmen, que vive en Inca, ha salido de casa a las siete de la mañana. A las 08:30 seguía esperando el autobús de la línea 7.
Los pasajeros de la EMT han padecido retrasos importantes pese a los servicios mínimos pactados del 30 por ciento en esta huelga. «Este bus suele pasar cada diez minutos, llevo más de media hora esperando y en la pantalla aún indica que no llegará hasta dentro de 11 minutos», pone como ejemplo un afectado.
Alternativa del taxi
La huelga de los autobuses en Palma ha obligado a usuarios habituales a tomar alternativas y ser más previsores. Algunos han salido de casa con mucho más tiempo de lo normal y otros, agobiados por la espera, han tomado la alternativa del taxi; en algunos casos, en grupos, para evitar llegar tarde al trabajo.
Este lunes, además, se da la circunstancia de que es la vuelta a las aulas para muchos estudiantes de Palma. Aunque el inicio de curso estaba marcado para el 10 de septiembre, la vuelta escolanada a las aulas -medida de Educación en aplicación del plan B ante el coronavirus- ha provocado que numerosos alumnos se hayan enfrentado a su vuelta al cole con una huelga encima.
Cabe recordar que los trabajadores de la EMT se mantienen en huelga indefinida de 24 horas ante una larga lista de reclamaciones, muchas de ellas relacionadas con la gestión de la empresa durante la pandemia, y han denunciado en reiteradas ocasiones que «hay casi cien compañeros en casa sin trabajar por aplicación de una jornada irregular, mientras los autobuses siguen circulando sobrepasando la capacidad que establecen las autoridades sanitarias».
No es el único punto de difícil acuerdo, el comité de empresa exige también, entre otras, la restitución de las líneas a como estaban antes del estado de alarma.