Este lunes se ha iniciado una huelga indefinida, durante las 24 horas del día, de los trabajadores de la EMT, con unos servicios mínimos pactados del 30 por ciento. Después de tres días de paros parciales, celebrados a lo largo de la semana pasada, y sin que el comité de huelga y la dirección de la empresa municipal hayan conseguido acercar posturas, el conflicto ha llegado a su peor momento con una huelga indefinida que, sin duda, va a afectar a miles de ciudadanos, más ahora con el inicio del curso escolar y los protocolos sanitarios que recomiendan que los autobuses no circulen llenos.
Los trabajadores tienen una larga lista de reclamaciones, muchas de ellas relacionadas con la gestión de la empresa durante la pandemia, y han denunciado en reiteradas ocasiones que «hay casi cien compañeros en casa sin trabajar por aplicación de una jornada irregular, mientras los autobuses siguen circulando sobrepasando la capacidad que establecen las autoridades sanitarias». No es el único punto de difícil acuerdo, el comité exige también, entre otras reclamaciones, la restitución de las líneas a como estaban antes del estado de alarma, «pero no tienen intención de volver a ponerlas», señalan.
Reunión
El concejal de Mobilitat, Francesc Dalmau, desoyó el viernes pasado la propuesta del comité de empresa de la EMT para mantener reuniones negociadoras a lo largo del fin de semana, y les ha citado este lunes, a las 13.00 horas, para volver a sentarse en la mesa negociadora, una convocatoria que llegó acompañada de una petición a los sindicatos de desconvocar la huelga indefinida «para no seguir perjudicando de forma injusta e innecesaria a los ciudadanos».
Juan Antonio Salamanca, delegado de USO en el comité de empresa de la EMT, criticó este domingo esta pasividad en declaraciones a la a IB3 TV. «Yo creo que un político tiene que estar las 24 horas».
Por su parte, el director gerente de la empresa municipal, Mateu Marcús, insistió en que no existen razones objetivas para una huelga indefinida y que la dirección de la EMT «no se ha movido nunca de la mesa de negociación». Aseguró que «aún es posible llegar a acuerdos». Marcús negó que haya un centenar de chóferes en casa sin trabajar y aseguró que los que están en esa situación es a causa de una baja laboral. El director gerente recordó también que este año se ha incrementado en un 2 % el sueldo de los trabajadores de la empresa municipal, a pesar de que se han perdido un total de 14 millones de pasajeros y 13,5 millones de euros en recaudación a causa de la crisis generada por la pandemia. En cualquier caso, desde el comité de empresa se asegura que la cuestión salarial no es el quid de esta huelga indefinida.
A la vista de las posturas irreconciliables de comité y empresa, los trabajadores han sido convocados para esta madrugada, a las 5.00 horas, en las cocheras de la EMT, desde las que este lunes solo saldrán 49 de los 160 autobuses que la empresa municipal utiliza a diario para cubrir las diferentes líneas –se trata del 30 por ciento de servicios mínimos establecido–, lo que afectará a las frecuencias en las paradas, y se traducirá en un mayor número de usuarios esperando el autobús, algo nada recomendable en la actual situación de la crisis sanitaria por la COVID-19, con rebrotes en muchas barriadas de Palma.
Tensión
Cabe recordar que a lo largo de la semana pasada, durante dos de las tres jornadas de paros parciales –en las que los trabajadores aseguraron que participaron el cien por ciento de los conductores que no estaban en servicios mínimos–, efectivos policiales impidieron al comité de empresa la entrada a las cocheras, un hecho que fue denunciado por los sindicalistas ante el juzgado.
Todo su malestar es el que trasladarán este lunes los trabajadores al alcalde de Palma, José Hila, en la concentración prevista para las 12.00 horas en la Plaça de Cort, una hora antes de que se reanuden las conversaciones entre los representantes sindicales y la dirección de la empresa municipal en la mesa negociadora. El acuerdo parece difícil, por lo que los usuarios de la EMT se enfrentan a unas jornadas complicadas.