Autobuses atravesados para proteger a los peatones de posibles atentandos con coches como el de Las Ramblas en Barcelona. Cort ha decidido ensayar esta medida a petición de la Policía Local durante los periodos del día en los que tramos del Marítim de Palma están cerrados al tráfico para permitir un mayor distanciamiento entre las personas que pasean o hacen deportes en las horas habilitadas.
La elevada concentración de personas que se produce en esa zona, sobre todo en fines de semana y por las tardes, hizo que la Policía Local alertara del riesgo. A pesar del estado de alarma y de la incidencia del virus, el Ministerio del Interior mantiene el nivel de alerta antiterrorista en 4, como un riesgo alto. Esta calificación está en vigor de forma ininterrumpida desde el año 2015.
Al hilo de este nivel de alerta y de los atentados con coches que arrollaban centenares de personas, en Palma se protegieron la mayoría de zonas con mayor concentración de peatones: en plaza d'Espanya, la calle Sant Miquel, la calle Oms, la Rambla o el parque de las Estacions hay bloques de hormigón, conocidos como New Jersey y otros obstáculos como macetas. Se valoró instalar este tipo de barreras en el Marítim pero resulta muy complicado por su peso y por la necesidad de retirarlas varias veces cada día. De esta forma, la alternativa que se comenzará a poner en marcha es la de emplear autobuses articulados, los de mayor tamaño, más fáciles de instalar que otro tipo de barreras y que también garantizan que no pueden pasar vehículos.
Este jueves a las siete de la tarde se realizaron las primeras pruebas y se colocaron tres de estos vehículos, uno en Porto Pí, otro en la calle Monseñor Palmer y el tercero junto a la gasolinera de Avingudes. En función del resultado, la idea se prolongará en el tiempo y se valorará si se copia en otras de las calles peatonalizadas.