Los vecinos de Cala Estància viven en una continua pesadilla desde diciembre de 2019 por la ampliación del AluaSoul Palma (Only Adults). Se despiertan muy temprano por el ruido constante. «Hay noches que, incluso, tenemos que llamar a la policía porque no paran de picar, de lunes a sábado», criticó este lunes Joana Garriga a este diario. Como ella, cerca de 30 vecinos se han unido para crear la plataforma ‘Salvem Cala Estància', con el objetivo de condenar la ampliación del establecimiento, un nuevo edificio de cinco alturas y que sentencia a algunas viviendas sin vistas al mar. «Con el nuevo bloque nos quedaremos sin luz, sin visibilidad y sin aire en verano. Estaremos como en un zulo», matizó Pere Salom, otro vecino afectado. Esperan que esta queja llegue al próximo pleno del Ajuntament de Palma.
Permiso
El AluaSoul Palma, antiguamente conocido como Marina Luz, es un edificio renovado en 2015. Con esta ampliación, el hotel pasará de tres a cuatro estrellas. La previsión es que las obras finalicen el 1 de agosto. La regidora de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, explicó ayer que se le otorgó una licencia íntegra en 2017, en base a la llamada ley Delgado, antes de que expirase. Con todo, la entidad hotelera consiguió el permiso de actuación a finales de 2019 «porque cumplían con todos los requisitos». Así pueden aumentar el volumen y elevar la altura del hotel.
La responsable municipal recordó que, ahora, «las restricciones que hay son mucho más adecuadas para una buena convivencia», pese a que «lamenta» que en ese momento se permitiesen este tipo de actuaciones.
Intervención
El hotel cuenta con una capacidad de 120 habitaciones. La nueva intervención consiste en incorporar tres nuevos pisos –sobre dos que ya había –a una de las alas, que alojarán un total de 14 habitaciones, «y repercute solo un 11 % más en la oferta. Esto no supondrá ningún impacto en términos medioambientales o de tratamiento de residuos», aseguran fuentes cercanas al proyecto a Ultima Hora.
Sin embargo, los residentes muestran «preocupación» ante la estructura que «condena la tranquilidad de la zona», algo que, desde el proyecto «desmienten» y explican que «el hecho de que un hotel de tres estrellas pase a cuatro atraerá clientes con más poder adquisitivo. La empresa americana Apple Leisure Group es la encargada de esta reforma, que forma parte de un plan de inversión que ya anunció a principio de año.