El pasado 1 de enero entró en vigor la normativa internacional que obliga a los
barcos a utilizar combustible menos contaminante, con menor contenido de azufre. Es por ello que Terraferida ha solicitado a la Autoridad Portuaria que verifique si los cruceros y demás barcos han comenzado a cumplir la ley y para ello exija las certificaciones que demuestren el cambio de combustible.
Desde Terraferida recuerdan que «los cruceros cumplan con esta normativa es especialmente importante en el caso de Palma, la segunda ciudad de toda la UE que soporta más contaminación de los cruceros».
En un comunicado, recuerdan que «sólo los cruceros de lujo de una compañía, Carnival Corporation, emitieron en un año 10 veces más óxidos de azufre que los 260 millones de coches que había en Europa en 2017, según un estudio de la entidad Transport & Environment».
También apuntan a que un estudio de Terraferida pudo determinar que los cruceros habrían quemado hasta 77.000 toneladas de fuel-oil amarrados en el puerto de Palma en
sólo 15 meses, una cantidad equivalente al vertido del petrolero Prestige en las costas de
Galicia, Portugal y Francia en 2002.
Desde la entidad lamentan que la Autoridad Portuaria no haya informado de si está solicitando estas certificaciones.