La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma ha aprobado este martes de forma inicial el Plan Especial de Protección de Santa Catalina, que limitará las alturas de los edificios, la circulación y el número de bares o restaurantes que se podrán abrir.
El concejal de Urbanismo, José Hila, ha explicado que este plan busca «mejorar la normativa urbanística con el objetivo de proteger los rasgos más característicos del barrio desde el punto de vista patrimonial y tipológico».
Hasta ahora el barrio se regirá por el plan general pero a partir de ahora contará con una normativa específica adaptada a su entorno histórico. La aprobación definitiva deberá realizarse por el pleno, ya la próxima legislatura, pero Hila aclaró que desde este momento sus normas ya son aplicables si son más restrictivas que las del Plan General o cualquier otra legislación actual.
Por una parte, el plan implica la ampliación del catálogo de protección del barrio, lo que quiere decir que se protegen nuevos edificios, y las alturas de los nuevos viviendas se determinarán por las calles, a partir de la tipología original, de forma que habrá vías con planta baja y dos alturas y otras con tres alturas. También se deberán emplear materiales propios del barrio y la composición de las fachadas deberán tener en cuenta la tipología de las calles.
En cuanto a los usos se aplicará una normativa similar a la de los ejes cívicos y por tanto no se podrán abrir más de tres locales, bares o restaurantes, en un radio de 50 metros. El concejal ha recordado que ésta es una demanda de los vecinos para poder mantener un equilibrio en un barrio en el que ya hay un alto número de locales.
El plan propone también una serie de mejoras en las calles y espacios públicos. Por una parte la introducción de la plataforma única en las calles interiores para poder incorporar arbolado y que sean accesibles. Aunque esto lo deben terminar los técnicos de Movilidad, Urbanismo propone que en estas vías la circulación quede limitada a residentes y vehículos de reparto para los numerosos negocios que hay. De esta forma el tráfico de paso se dirigiría a las vías principales que cruzan el barrio y en las calles interiores se priorizaría al peatón.
También a medida que se construya el parking subterráneo previsto en la Plaza Progreso se podrán ir eliminando aparcamientos en algunas de estas calles interiores del barrio donde los vehículos aparcan sobre la acera.
Otra actuación importante, indica Hila, será la que se refiere a la peatonalizacion de la Plaza Progreso eliminando el carril de circulación que la atraviesa actualmente, que sería redirigido hacia un costado. De esta forma, explica, se unificará un barrio actualmente dividido por la calle Comte de Barcelona.