El conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, ha dicho este viernes que está «prácticamente garantizado» que no se producirán cortes en el suministro de agua potable en Palma el próximo verano, aunque ha precisado que en el caso del conjunto de Baleares la situación es más imprevisible.
«Los acuíferos están al 67 % y las reservas hídricas son buenas pero cabe estar siempre alerta porque el cambio climático es real», ha advertido el conseller sobre la situación de Baleares. «El otro día, mientras había nieve en el Puigmajor, personas se estaban bañando en Es Trenc», ha indicado al respecto.
«Estamos preparados para gestionar los recursos de los que disponemos», ha asegurado Vidal que ha visitado la desaladora palmesana, una de las tres que existen en Mallorca, junto a las de Alcúdia y Andratx, con motivo del Día Internacional del Agua. «La desaladora de Palma es capaz de producir 68.000 metros cúbicos de agua al día y todo apunta a que en Ciutat no habrá cortes», ha puntualizado.
El Govern también gestiona otras tres desaladoras en Ibiza, una en Formentera y otra en Menorca. Este viernes todas han sido abiertas al público interesado en visitarlas. «El agua es un bien escaso y cabe gestionar con cautela su distribución», ha manifestado Vidal.
El director de la desaladora de Palma, Luis Zubía, ha explicado el funcionamiento de la instalación. «Nuestras bombas cogen el agua del mar de una zona muy profunda cercana a Sant Joan de Dèu y, una vez en la desaladora, la tratamos con filtros de arena y posteriormente con membranas y bombas de presión». «El penúltimo paso es mineralizar el agua, ya que, como es sabido, el agua destilada no es apta para el consumo humano», ha precisado Zubía. «Le añadimos los minerales oportunos y la distribuimos a nuestra red receptora, formada casi íntegramente por los ayuntamientos», ha añadido. En el caso de Palma, el agua llega a Emaya.
La desaladora de Palma empezó a funcionar el verano de 1999 y fue financiada en un 85 % con fondos europeos. «Fue un gran acierto porque coincidió con una época de gran sequía»,ha rememorado su responsable. Zubía también ha explicado que las desaladoras de Baleares funcionan siempre «según las necesidades».
«El agua que sale de aquí es de laboratorio, pura matemática», ha remarcado. En la desaladora de Palma trabajan 21 personas «durante 24 horas los 365 días del año», ha concluido.