El Ajuntament de Palma tiene la intención de derribar el miércoles una nueva edificación levantada en Son Banya en una parcela que quedó libre el pasado 20 de febrero después de que Cort demoliera el barracón que alojaba anteriormente. En otras palabras, Cort habrá echado abajo en solo un mes dos construcciones en una misma parcela del poblado: la histórica y la que alguien, cuya identidad se desconoce, levantó en su lugar a los pocos días de derribarse la primera.
El 20 de febrero, una comitiva integrada por personal del juzgado, técnicos del Ajuntament de Palma y agentes de la Policía Local y la Policía Nacional se desplazó a Son Banya para ejecutar dos desahucios. Ambos se llevaron a cabo, pero únicamente se demolió una construcción, la que se utilizaba como tienda. La otra, que era una vivienda, se dejó en pie a la espera de que sus inquilinos encontraran una alternativa para vivir.
Sin expediente
Cort comunicó hace unos días al propietario de la parcela que el 20 de marzo echaría abajo la nueva construcción, que se ha levantado sin autorización municipal y que es de materiales metálicos. El propietario de la parcela respondió que no es el responsable de la edificación y que no alcanza a comprender como Cort pretende proceder a su demolición sin haber iniciado antes el expediente de restitución de la legalidad y haber identificado al autor de la infracción, tal y como establece la legislación. En este sentido, su letrado ha avisado al Consistorio de que ello «es una grave irregularidad que evidentemente tendrá soporte jurisdiccional» y pide que se lo exonere de cualquier responsabilidad.
No obstante, Cort mantiene su plan para derribar la nueva edificación este miércoles, 20 de marzo, y añade una observación: que «sería mucho mejor para los responsables de la nueva construcción su desmantelamiento y así poder aprovechar el material».
El poblado de Son Banya fue impulsado en los años 70 del pasado siglo por la sociedad Ingima (Integración de gitanos mallorquines). Inicialmente contaba con 124 viviendas.