Los dos molinos de es Jonquet que son de titularidad privada y están en ruinas, calificados hasta ahora como equipamientos socioculturales y recreativos privados, al final se podrán convertir en viviendas. Miembros de la Plataforma Salvem Es Jonquet lamentaron este viernes esta decisión del Ajuntament por considerar que «los propietarios no han cumplido con su deber de conservación de los molinos y ahora van a conseguir mucha más rentabilidad, sin haber hecho nada es todos estos años por la protección y conservación de los molinos».
Un grupo de vecinos integrantes de la plataforma se reunió este viernes con el gerente de Urbanisme, Joan Riera, quien les expuso la propuesta del Plan Especial de Protección (PEP) de es Jonquet (barrio declarado BIC) que el Ajuntament espera poder aprobar en el pleno de marzo.
A la salida, los vecinos se reconocieron «decepcionados» y «con la sensación de que se ha perdido una oportunidad». «Teniendo todas las ocasiones que han tenido para hacer un planeamiento más restrictivo, al final vemos que es una oportunidad perdida para Palma. Es cierto que aún no está aprobado definitivamente, pero pensamos que se podía haber luchado más», explicó uno de estos residentes.
Para empezar, explicó, «no terminamos de ver claro que las visuales (las vistas desde es Jonquet hacia Palma y el mar y viceversa) queden verdaderamente protegidas, como exige el BIC, pues el tipo de construcciones que se van a hacer, a pesar de que se han reducido las alturas y eso es positivo, se podrían haber dispuesto de manera que no interfirieran tanto las visuales».
El plan contempla dos grandes proyectos que modificarán el barrio sustancialmente. Por un lado, en el solar que hay tras el Mar i Terra, propiedad de Acciona, se edificarán tres edificios de viviendas, y en el solar de Rentadors, otras dos. «Entendemos que estas construcciones no respetan las visuales del todo», dijo.
Respecto al molino que ahora mismo acoge una discoteca, los vecinos defendían que se despejase para que se pudiese ver bien, «pero resulta –añade la fuente– que en la parte que da a la plaza se construirá un edificio de una planta adosada al molino, donde probablemente habrá un restaurante, y nosotros entendemos que eso va en contra de la Ley de protección del patrimonio».