La montaña rusa de los carburantes corta la racha de subidas

El Boletín Petrolero de la UE arroja las diferencias de llenar el depósito con respecto a hace un año, con precios significativamente más bajos e inferiores a la media comunitaria

Conductores y precio del carburante

Numerosos conductores en una carretera menorquina. Imagen de archivo | Foto: Redacción Menorca

| Madrid |

Los conductores españoles reciben una buena noticia en pleno apogeo de la temporada estival de 2025. Los precios de los carburantes han frenado su tendencia alcista que venían experimentando desde principios de julio, coincidiendo con la primera 'Operación Salida' del verano. Tras encadenar tres subidas consecutivas, esta semana se ha registrado un descenso que llega hasta el 0,6 % en algunos combustibles.

Este comportamiento refleja la volatilidad característica del mercado de los carburantes, que responde a múltiples factores como las tensiones geopolíticas, decisiones de producción de los países exportadores y la demanda estacional. El alivio llega en plena temporada de desplazamientos vacacionales, cuando millones de españoles utilizan sus vehículos para disfrutar del periodo estival.

Según los datos más recientes publicados por el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio del litro de diésel ha experimentado una caída del 0,49 % respecto a la semana anterior, situándose actualmente en 1,418 euros. Por su parte, la gasolina ha registrado un descenso aún mayor del 0,6 %, retrocediendo hasta los 1,492 euros por litro y abandonando así la barrera psicológica de los 1,5 euros que había superado la semana pasada.

Balance positivo en lo que va de año

El comportamiento de los precios de los combustibles muestra un panorama favorable para los consumidores en lo que llevamos de 2025. La gasolina acumula un abaratamiento del 2,16 % desde enero, mientras que el diésel ha descendido un 1,73 % en el mismo periodo. Estas cifras representan un respiro para las economías domésticas españolas, especialmente en un contexto donde otros gastos cotidianos como la vivienda siguen presionando de forma consistente los presupuestos familiares.

El impacto de esta reducción de precios se hace patente al analizar el coste de llenar un depósito estándar. Para un vehículo diésel con un depósito de 55 litros, repostar cuesta actualmente unos 78 euros, aproximadamente 4,5 euros menos que en las mismas fechas del año pasado. La diferencia es aún más significativa para los propietarios de vehículos de gasolina, quienes ahorran alrededor de 7,4 euros por depósito completo en comparación con 2024, desembolsando ahora unos 82 euros frente a los 89,4 euros del año anterior.

Precios por debajo de niveles precrisis

Un dato particularmente relevante es que los precios actuales de ambos carburantes se mantienen claramente por debajo de los niveles registrados antes del inicio del conflicto generalizado y a gran escala entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022. El diésel costaba entonces 1,479 euros por litro, mientras que la gasolina se situaba en 1,591 euros, cifras superiores a las actuales.

Aún más destacable resulta la comparación con los máximos históricos alcanzados en julio de 2022, en plena crisis energética desencadenada por la invasión rusa. En aquel momento, la gasolina llegó a costar 2,141 euros y el gasóleo 2,1 euros, lo que supone que los precios actuales representan una reducción cercana al 30 % respecto a aquellos picos.

Se mantiene además la tendencia iniciada en febrero de 2023, cuando el diésel volvió a ser más barato que la gasolina tras un periodo excepcional de casi seis meses en que esta relación se había invertido. El gasóleo acumula ya 123 semanas consecutivas por debajo del precio de la gasolina, recuperando así la situación tradicional del mercado español de carburantes.

Factores que influyen

Es importante recordar que el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio viene determinado por una compleja combinación de elementos. La cotización específica de cada carburante opera con independencia del precio del petróleo crudo, aunque guardan relación. A esto se suman los impuestos, que en España representan aproximadamente el 50 % del precio final, los costes logísticos y los márgenes comerciales de las distribuidoras.

Otro factor relevante es que las fluctuaciones en el precio del crudo no se trasladan de forma inmediata a los surtidores, sino que lo hacen con un cierto retraso temporal. Este decalaje explica en parte los movimientos aparentemente contradictorios que a veces se observan entre la cotización del barril de petróleo y el precio de los combustibles.

Un aspecto favorable para los conductores españoles es que los precios de los carburantes en nuestro país continúan siendo más bajos que la media europea. La gasolina sin plomo de 95 cuesta en España 1,492 euros, frente a los 1,627 euros de media en la Unión Europea y los 1,678 euros en la zona euro. La diferencia es similar en el caso del diésel, cuyo precio medio en España (1,418 euros) se mantiene significativamente por debajo tanto de la media de la UE (1,545 euros) como de la eurozona (1,573 euros).

Esta ventaja competitiva se debe principalmente a la política fiscal española y a la estructura del mercado de distribución nacional. En todo caso, las perspectivas para el resto del verano de 2025 siguen siendo inciertas, como es habitual en un mercado tan volátil. Sin embargo, los analistas coinciden en que no se esperan subidas drásticas a corto plazo, lo que supone una buena noticia para los millones de españoles que aún tienen pendientes sus desplazamientos vacacionales en las próximas semanas de julio y agosto.

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