El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta a un dilema clave tras las últimas revelaciones del 'caso Koldo' que salpican al PSOE. Algunas voces plantean la cuestión de confianza como un paso necesario para restañar la credibilidad del partido, mientras se advierte del irreparable descrédito en caso de que no se adopten medidas contundentes.
El informe de la UCO de la Guardia Civil da cuenta de presuntas mordidas a cambio de adjudicar obra pública, implicando a destacados miembros del PSOE como Santos Cerdán, exsecretario de Organización del partido. La situación se complica aún más con la dimisión de Ramón Alzórriz, número dos del gobierno de Navarra, y hasta las últimas horas secretario general de la formación socialista en ese territorio; uno de los cuatro únicos territorios en los que el PSOE retiene el poder autonómico en la actualidad.
Alzórriz anunció este miércoles su renuncia tras ocultar durante una semana que su pareja trabajaba para una empresa señalada en el informe como medio necesario para el supuesto cobro de las comisiones ilegales, la misma empresa en la que, también en las últimas horas, se conoció que Cerdán ostentaba el 45 por ciento de la propiedad. Muchos recuerdan que Sánchez llegó al poder en España tras una moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, asediado por la corrupción del caso Gürtel.
En este contexto los apoyos de Sánchez en el Congreso no están del todo claros, después de una ronda de contactos a la que no quisieron presentarse Podemos y el BNG. Además, Coalición Canaria consideró roto su compromiso de apoyo al ejecutivo progresista, y ERC dibujó un panorama desolador tras encontrarse con Sánchez en la Moncloa.
Desde el PSOE, el portavoz en la cámara baja, Patxi López, ha pedido este jueves cautela con el informe de la UCO y ha afirmado que el partido irá «hasta el final» pidiendo responsabilidades y expulsando a todo aquel «que se haya corrompido» o que no se comporte «según la ética» de la formación. Sin embargo, insiste en que el objetivo sigue siendo «preservar un Gobierno que está beneficiando a la inmensa mayoría de la ciudadanía».
Por su parte, la oposición arremete contra el gobierno y exige explicaciones. Desde el PP, su presidente Alberto Núñez Feijóo ha exigido al jefe del Ejecutivo que «asuma responsabilidades políticas» y que «dé la cara» ante los españoles para que finalmente propicie el nacimiento de un nuevo gobierno mediante la convocatoria de elecciones. Vox, por su parte, exhibe su talante más duro en el actual proceso de aparente desmoronamiento de la imagen pública del líder de los socialistas.
Impacto en Navarra
La derivada navarra del 'caso Koldo' complica aún más el escenario para Sánchez. La oposición de UPN ya reclama la dimisión de la presidenta foral, María Chivite, cuyo gobierno se tambalea tras la renuncia de Ramón Alzórriz. Las próximas semanas serán claves para comprobar si Chivite logra mantener la estabilidad de su ejecutivo, apoyado externamente por EH Bildu, o si se ve forzada a convocar elecciones anticipadas.
El 'caso Koldo' supone un duro golpe para la credibilidad del PSOE y pone en una encrucijada al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La cuestión de confianza se plantea como una salida para reforzar su liderazgo y la imagen del partido, pero también conlleva riesgos en un Congreso donde sus apoyos son cada vez más frágiles. Los próximos movimientos de Sánchez serán decisivos para el futuro de su Gobierno y para la propia supervivencia del PSOE como alternativa creíble de poder en España.
El dilema del emprendedor. Asia o América. Pagar a esta casta de parásitos que se mea en la cara de tanto votante ignorante, va a acabar muy mal.