La ejecutiva federal del PSOE se reúne este lunes por primera vez tras la dimisión de Santos Cerdán en medio de la conmoción que ha causado la presunta implicación en el caso Koldo de quien era su secretario de Organización y a la espera de conocer las medidas que quiere adoptar el secretario general, Pedro Sánchez.
En su comparecencia ante los medios después de que Cerdán dimitiera y avanzara que renunciaba también al acta de diputado -paso que previsiblemente dará este lunes-, Sánchez anunció una auditoría externa de las cuentas del PSOE para despejar toda sombra de duda sobre su limpieza y una reestructuración de la dirección nacional del partido. Una ejecutiva que fue elegida hace poco más de siete meses, en el congreso que los socialistas celebraron en Sevilla, y en la que Cerdán fue reelegido como secretario de Organización, cargo que había asumido tras la salida de José Luis Ábalos del partido también por el caso Koldo.
Todo ha cambiado desde que se difundiera el informe de la UCO de la Guardia Civil que señaló a Cerdán y las grabaciones en las que aparece hablando con el exministro y su exasesor Koldo García sobre presuntas comisiones en obras públicas.
Presiones internas y externas para tomar medidas
A la reunión Sánchez llega presionado no solo por la oposición -que exige elecciones- o sus socios -que piden explicaciones para recobrar la confianza y evaluar la viabilidad de agotar la legislatura- sino también sectores del PSOE que ven complicado poder llegar a 2027 tras este escándalo. Después de que el presidente Sánchez pidiera públicamente perdón por las acusaciones que apuntan a que el ya 'exnúmero 3' del partido habría participado en la gestión de comisiones, algunas voces se han mostrado satisfechas por su actuación, pero otras le han reclamado más contundencia y más medidas.
En la rueda de prensa tras la salida de Cerdán, Sánchez informó de que se celebrará un comité federal en Sevilla el próximo 5 de julio, en el que se elegirá a un nuevo secretario de Organización y se llevará a cabo una «reestructuración» de la dirección nacional. Por el momento se desconocen la profundidad de esos cambios. Aunque una parte del partido respaldan en público y en privado al secretario general, hay también voces que piden un congreso extraordinario en el que él sea sometido al voto de la militancia y otros le encomiendan a adelantar los comicios generales de 2027. Sánchez descartó esa opción y circunscribió los problemas y la necesidad de cambios al ámbito del partido, pero varios de los aliados de la investidura han dejado claro que la situación ha variado también para el Gobierno.
Sumar reclama la convocatoria urgente de la comisión de seguimiento el pacto de gobierno y Junts, que confía en reunirse con Sánchez en los próximos días para analizar el nuevo escenario, ha avisado de que quiere aprovechar la actual sacudida y «las debilidades» del Estado español en beneficio de Cataluña.
El maquillao