El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha elogiado la rápida actuación de Sumar ante la «dolorosa y desagradable» situación provocada por Íñigo Errejón, y aunque rechaza que el asunto pueda debilitar al Gobierno, expresa sus dudas sobre cómo puede articularse el espacio a la izquierda del PSOE en las elecciones de 2027. En una conversación informal con los periodistas que cubren su visita a la India, Sánchez ha asegurado que se enteró de la dimisión de Errejón por los medios de comunicación y que le sorprendió en un primer momento porque no sabía cuáles habían sido los motivos.
Afirma que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, nunca le había comentado nada sobre los comportamientos de Errejón, y al plantearle si ella se equivocó al nombrarle portavoz parlamentario, ha señalado que cree que su vicepresidenta ha actuado cuando ha conocido la situación. Respecto a la hipotética debilidad en que pueden quedar Sumar y el propio Gobierno tras lo ocurrido con Errejón, insiste en que es algo «doloroso y desagradable», pero recuerda que todos los asuntos relevantes para España han sido aprobados pese a las dificultades existentes por la aritmética parlamentaria.
Así afirma que va a seguir siendo ya que vuelve a garantizar que va a cumplir su mandato y la legislatura se va a extender hasta cuando toca, en 2027. Algo que subraya que sabe el PP ya que lo admite de puertas adentro aunque de forma pública sobreactúa y se ha abonado a practicar, dice, un teatro al que augura el mismo fracaso que el que está cosechando políticamente. Como quedan aún dos años y medio hasta las elecciones generales, ha considerado que eso es mucho tiempo para ver cómo llegan a esa cita los diversos partidos.
El presidente del Gobierno opina que frente al intento del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, de unificar las derechas, se han consolidado dos (PP y Vox) y puede ser que incluso tres (en referencia a la formación Se acabó la fiesta). Mientras tanto, cree que está pendiente conocerse cómo puede articularse el espacio a la izquierda del PSOE para las elecciones generales previstas en 2027, un espacio que ha recordado que ha estado siendo ocupado sucesivamente por formaciones como Izquierda Unida, Podemos o Sumar.
La decisión al respecto ha hecho hincapié en que deben tomarla esos partidos y ahí el PSOE no tiene nada que decir porque esta formación tiene su propio espacio. Lo que sí garantiza es que el Gobierno va a seguir trabajando para que haya unos nuevos presupuestos generales del estado en 2025 hablando con los diversos grupos parlamentarios, y ante la pregunta de si es optimista al respecto, se limita a subrayar que es el momento de la negociación.
Una negociación condicionada por los congresos de Junts y ERC y por las advertencias de Podemos ante las que Sánchez señala que las formaciones de izquierda preferirán unos presupuestos acordes con la coyuntura económica y social del país y en el que sus políticas puedan estar reflejadas.
Para Sánchez es importante destacar cómo se actúa ante casos como el de Errejón (que ha dicho que los jueces tendrán que determinar si se trata de acoso, abuso o violencia machista), y Sumar cree que ha respondido sin ningún tipo de matiz, de manera inmediata, poniéndose al lado de las víctimas, pidiendo perdón y con la dimisión de su portavoz en el Congreso.
Al igual que cree que ocurre con los casos de corrupción, en los de violencia machista ha dicho que unos los amparan y otros actúan contra ellos. Así, ha resaltado actuaciones de la izquierda como la evidenciada en el caso de Errejón y las de la derecha con ejemplos como el del diputado de Vox Carlos Flores, condenado por un caso de violencia de género y ante el que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llegó a decir que era a consecuencia de un divorcio duro.
Más allá de la respuesta de Sumar, ha destacado que se ha puesto de manifiesto una cuestión de fondo que considera relevante como es la condena y el rechazo general al haberse consolidado un movimiento feminista por el que la sociedad no acepta ningún tipo de comportamiento de ese tipo, ya sea de un político como Errejón, un futbolista o un presidente de federación, en alusión a Luis Rubiales.