El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado este viernes que la intención del Gobierno «no es ni mucho menos» prohibir algunas plataformas digitales con las que se quiere reunir, como TikTok, sino que cambien su diseño técnico para evitar un uso compulsivo por parte de los menores y los más jóvenes.
Así se ha manifestado Alberto Garzón en declaraciones en la sede de su Ministerio donde ha explicado que se ha puesto en contacto con las principales tecnológicas que tienen en su propiedad las redes sociales más utilizadas en España (TikTok, META, Twitter, Youtube y Google+) para manifestarles su preocupación por el uso compulsivo de este tipo de herramientas y las consecuencias en la salud mental de los más jóvenes.
Según Garzón, no se trata de un problema tecnológico, sino del diseño técnico de estas plataformas y redes sociales para retener a las personas en el uso de esa aplicación tanto tiempo como sea posible. Utilizan, según ha argumentado, algoritmos o vídeos cortos de forma sucesiva, por ejemplo, que son atractivos para el cerebro y «así consiguen su objetivo: retenernos tanto tiempo como sea posible». Y la evidencia científica acumulada de los últimos años abunda en las consecuencias «serias y graves» que ello tiene sobre todo en jóvenes y menores.
Son similares, según el ministro, a las del fenómeno de las adicciones sin sustancia, como los juegos de azar y las apuestas instantáneas ya que «conducen a una serie de problemas como cuadros de ansiedad, depresión, frustraciones o dificultad en la gestión emocional», pero además también pueden afectar a la caída del rendimiento académico.
Quiere reunirse con las plataformas porque considera que existen soluciones y fórmulas técnicas para poder modificar el tipo de incentivos que ofrecen estas plataformas a los usuarios y para que así éstos puedan hacer un uso más satisfactorio de la tecnología y explotar lo que pueda ser positivo de ella. Esa es la intención de Garzón y lo promoverá durante la presidencia europea de España.