La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha opinado que la polarización y la crispación entre partidos «destruye la confianza» en la política y la «aleja de la ciudadanía», por lo que pide a las fuerzas políticas de España que busquen consensos y acepten «sacrificios por el interés general». «España y las comunidades autónomas han avanzado más deprisa cuando ha habido acuerdos y consensos», ha asegurado Batet en el Parlamento de Cantabria, en el que se ha homenajeado a tres de los diez redactores del borrador del Estatuto de Autonomía de Cantabria, que cumple 40 años este 2022.
En un conferencia con motivo de este acto y tras visitar la Cámara cántabra, Meritxell Batet ha afirmado que, frente a la «política pasión» y al lenguaje «duro y crispado que polariza y divide», la realidad de las instituciones legislativas es que «hay muchos más acuerdos de lo que parece». De hecho, la presidenta del Congreso ha citado un estudio en el que se asegura que el promedio de apoyo a las leyes de los Parlamentos autonómicos es de un 84 por ciento. «La política legislativa autonómica se basa más en el acuerdo entre distintos grupos y fuerzas políticas que en el desacuerdo. Y esto es, sin duda, una buena noticia», ha valorado. Por ello, Batet ha pedido una política que «escuche, debata, ceda y pacte», desde el «reconocimiento al contrario» y el «respeto» a la pluralidad de opiniones. «Hay diversidad de opinión porque plural es nuestra sociedad», ha subrayado.
Este tipo de política, que ha definido como «política solución», debe servir, según la presidenta del Congreso, como «ejemplo» para la sociedad. Batet ha sostenido que la «crispación política», que ha reconocido que es «a veces es muy intensa», se tiene que «rechazar» porque provoca la pérdida de confianza de los ciudadanos hacia las instituciones y los políticos. «Si los ciudadanos pierden la confianza en la capacidad de la política para solucionar sus problemas, el entero edificio de la democracia se resiente», ha dicho. Meritxell Batet ha finalizado su intervención pidiendo «diálogo» y «capacidad para llegar a acuerdos» en las instituciones como el Parlamento de Cantabria para responder a lo que ha apuntado, «exige un mundo en constante cambio».