El líder de Vox, Santiago Abascal, ha sostenido este domingo que el próximo 4 de mayo no solo se disputa el Gobierno de la Comunidad de Madrid, sino que está en juego «el principio del fin» del Gobierno de Pedro Sánchez y el futuro político del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
Abascal ha apadrinado este domingo el acto de inicio de campaña de su candidata al 4-M, Rocío Monasterio. Y lo han hecho rodeados de miles de ciudadanos en la plaza de Móstoles, frente al monumento al alcalde de la localidad que animó a los ciudadanos a levantarse contra la invasión napoleónica en 1808, Andrés Torrejón. Vox ya eligió Covadonga (Asturias) para iniciar la campaña para las elecciones generales y ahora ha optado por Móstoles como símbolo «de la fuerza de la población de Madrid» y su lucha por «la libertad».
En este sentido, ha subrayado que los comicios del próximo día 4 van más allá de unas elecciones regionales y por tanto el objetivo de Vox es impedir que «los comunistas» lleguen al poder. «El 4-M no son elecciones regionales, es una encrucijada para toda España. Nos jugamos el principio del fin del Gobierno de Pedro Sánchez y que el del moño (en referencia a Iglesias) se tenga que retirar de la política e ir a Cuba o Venezuela», ha animado.
En su discurso también ha tenido críticas para el Partido Popular, a quien ha preguntado si está dispuesto a aceptar el apoyo de Vox tras las elecciones después de que su líder, Pablo Casado, rompiera relaciones con Vox en la moción de censura debatida en el Congreso en octubre.
Abascal ha subrayado que votar a la candidata 'popular', Isabel Díaz Ayuso, es apoyar también a Casado, quien «implora» a Sánchez acuerdos tras el estado de alarma o pide que se vacunen juntos contra el Covid-19. «Algunos no tienen claro que con este Gobierno distancia infinita», ha proclamado entre gritos de sus simpatizantes contra el líder del PP.
«Estamos solos y solo queda Vox -ha insistido-. Nosotros damos tranquilidad a los españoles estando lejos de Pedro Sánchez. Con Pedro Sánchez ni nos vacunamos, ni heredamos ni vamos a una fiesta».
Como ejemplo ha puesto la recientemente aprobada la ley de la infancia -a la que ha llamado «ley Herodes»-, que solo recibió el voto en contra en el Congreso de Vox y el PNV. «A los niños se los puede matar de dos formas, matando al niño o matando su inocencia», ha acusado.
En este contexto, Abascal ha insistido en su discurso contra un Gobierno que asegura está compuesto por «tontos, tontas y tontes», pero que además son «individuos peligrosos» porque «no creen en la libertad». A Iglesias le ha dirigido los calificativos de «cínico, mentiroso y criminal», mientras que a Sánchez le ha definido como «mentiroso, cínico y psicópata».
A ambos les ha acusado además de «incitar y amparar» la violencia contra Vox en el acto de presentación de candidatura en Vallecas, igual que al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Pero ha celebrado que se han encontrado enfrente a un partido «valiente» que «no pide perdón ni permiso» para visitar todos los barrios y «levantar todas las banderas que había arrojado al suelo la derechita cobarde».
Abascal ha insistido en este punto en la «traición» de Sánchez a sus votantes, pactando con «separatistas, comunistas y terroristas», y ha reconocido que eso no es lo que quería la «buena gente» que votó a los socialistas en anteriores elecciones. «Ha mentido», ha advertido a sus votantes.
Además, a los ciudadanos que puedan estar indecisos entre Vox y el PP, les ha asegurado que en estos comicios «no hay voto útil». «No os dejéis llevar por el engaño matemático», ha pedido criticando que los 'populares' ya hablen sobre la futura composición del Gobierno antes de ganar las elecciones. «Un poco menos de mezquindad y más patriotismo», ha reprochado llamando «torpes» a los dirigentes del PP por «vender la piel del oso antes de cazarla».