Multitud de reacciones en la política nacional a la marcha de España anunciada este lunes por el rey emérito Juan Carlos I.
El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha afirmado que el rey emérito debe «responder de sus actos», pese a que ahora se vaya «a la francesa». Además, ha lamentado «la poca claridad con la que se está enfrentando esta situación en el Estado español». el portavoz del Grupo vasco en la Cámara baja ha dicho: «Sabíamos que la dinastía borbónica venía de Francia, pero, la verdad, nadie esperaba que el rey se fuera a despedir a la francesa». «Irse así, de repente, sin dar cuentas ni aclarar qué ha sucedido, que es lo que ha hecho, desde luego no es en absoluto aceptable ni suficiente», ha afirmado.
Por su parte, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha afirmado que «lo importante no es que Juan Carlos de Borbón se vaya; lo importante es cambiar el régimen». «Franco proclamó rey a Juan Carlos de Borbón. Esa es la mayor corrupción que hay. El principal objetivo de la marcha de Juan Carlos ha sido proteger a su hijo Felipe».
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado este martes que Unidas Podemos desconoce si ha habido una presunta negociación de Moncloa con la Casa Real en relación al traslado del rey emérito Juan Carlos fuera de España y ha señalado que esta decisión «no la ha tomado» el gobierno de coalición: «Puede ser que haya sido el PSOE desde Moncloa».
Vox ha acusado al «Gobierno ilegítimo» de hacer de la decisión personal del rey emérito «una oportunidad para evadir sus responsabilidades y las causas penales que llegarán por su criminal gestión de la pandemia y por sus corrupciones y delitos». El portavoz del partido, Jorge Buxadé, ha exigido que se deje de convertir «esta decisión absolutamente personal» del rey Juan Carlos «en un circo mediático o en una relectura de la transición».
El portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha calificado de «inadmisible» que miembros del Gobierno de Unidas Podemos como Pablo Iglesias e Irene Montero «aprovechen» la situación del rey emérito Juan Carlos para «tratar de confundir» las acciones de una persona concreta con las de la institución monárquica. «Me resultaría inconcebible un escenario en el que fuera llamado por la Justicia y se negara a comparecer e incluso si le requieren documentación», ha subrayado.