Este pasado miércoles, en el Congreso de los Diputados, la aseveración de la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, sobre que Pablo Iglesias es hijo de un terrorista lo empañó todo, o casi todo, a pesar de que teóricamente la sesión debía servir para controlar al Gobierno en su acción de gestión de la crisis del coronavirus en España. Las reacciones al cruce dialéctico entre la popular y el vicepresidente y líder de Podemos llegaron a todas partes, y el tenista Feliciano López emitió un mensaje que ha removido aún más la polémica.
Vayamos por partes. Este es el texto que el deportista lanzó en la red social Twitter.
Llama la atención que él mismo se autodefina como «pijo-tenista-tonto-subvencionado-analfabeto», algunos apelativos que el toledano quizás haya escuchado referidos a su persona a lo largo de su carrera.
A parte de este detalle, Feliciano hace hincapié en que «el FRAP perpetró acciones terroristas allá por los años 1973-75». Como sabemos, el FRAP fue un grupo terrorista, vinculado al Partido Comunista de España (marxista-leninista). Cometieron tres asesinatos y causaron varios heridos. Tres de sus miembros formaron parte del último grupo de fusilados por el franquismo, aunque está constatado que el padre de Pablo Iglesias se desvinculó de la organización antes de esos crímenes.
Con sus palabras, Feliciano, al igual que Álvarez de Toledo, vincularon al padre de Iglesias con esta organización. Sin embargo, los tribunales acreditaron en su día, cuando el actual eurodiputado de Vox Hermann Tertsch vertió acusaciones similares -acabó siendo condenado-, que no existe ni existió ninguna acusación legal contra el progenitor del actual dirigente político.
Su partido, de hecho, sacó pecho afirmando que el padre de Iglesias sufrió pena de cárcel por repartir propaganda del Primero de Mayo, Día del Trabajador.
Más allá de estas explicaciones, el tuit de Feliciano ha recibido una amplia variedad de respuestas. Estas son algunas: