El líder del PP, Pablo Casado, ha vuelto a reclamar este martes el fin del estado de alarma, que considera que está siendo usado por el Gobierno a modo de «Gran Hermano» para limitar libertades y «coartar protestas», al tiempo que ha criticado la desescalada, porque cree que es «caótica» y «partidista».
En una rueda de prensa telemática, Casado ha insistido en que hay alternativa con la legislación ordinaria al estado de alarma y ha rechazado negociar con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la futura prórroga, porque «nunca» lo ha hecho e incluso «le parecería mal» hacerlo.
Lo necesario es «salir cuanto antes de esta excepcionalidad constitucional», ha manifestado, y Sánchez ha tenido «suficiente tiempo» para adaptar el proceso de desescalada a la leyes ordinarias, que permiten mantener el mando único y limitar la movilidad, pero sin «poderes excepcionales» para «coartar protestas legítimas».
En este sentido, Casado ha dicho que su partido va a estudiar si algunas actuaciones del Gobierno, con órdenes a los cuerpos policiales que superan el estado de alarma, pueden constituir un «delito de prevaricación», porque el PP no va a consentir que se controle la libertad de expresión y política.
Además, ha considerado que su partido no ha cometido un «error» al abstenerse en la última prórroga del estado de alarma, que Ciudadanos sí apoyó tras llegar a un acuerdo con Sánchez, y ha apuntado que, de hecho, así lo muestran las últimas encuestas, las cuales muestran una subida de intención de voto para el PP.
Casado ha presentado una plan alternativo para la desescalada, no solo a medio sino también a largo plazo, bajo el lema «Activemos España», en el que plantea un pacto de Estado por la sanidad, denominado Plan Cajal, así como la obligatoriedad de las mascarillas para salir a la calle y la ampliación de los ERTE hasta el 31 de diciembre.
En la presentación ha estado acompañado de las exministras Ana Pastor y Elvira Rodríguez y del consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid y portavoz del partido en esta materia, Enrique López, que se encargan de cada una de las áreas del plan, la sanitaria, la económica y la de justicia y libertades, respectivamente.
El plan para «evitar el rescate al que nos aboca el PSOE», según Casado, incluye medidas económicas como exonerar de impuestos la apertura de nuevas empresas, contratos bonificados para la reincorporación al mercado laboral y estímulos fiscales, que serían financiadas con cargo a los fondos europeos.
También la puesta en marcha de la huella digital con código QR y un plan de test masivos a la población para hacer un mapa de seroprevalencia, además de una tarjeta social, similar a la sanitaria, para centralizar todas las ayudas que recibe cada contribuyente.