El coronavirus ha llegado para quedarse y, aunque con el tiempo se sumará a la lista de virus que no causan brotes graves, como el del sarampión, de momento obliga al distanciamiento social, una situación que impedirá volver a hacer «vida normal» hasta dentro de «al menos un año», según el genetista e investigador de la Universidad de Leicester Salvador Macip.
En una entrevista telemática, el genetista catalán augura que, con el paso de las semanas, las medidas de confinamiento se irán «diluyendo» para avanzar a la siguiente fase de control de la pandemia, la «etapa de vigilancia», de «un año como mínimo».
Durante este período «tendremos que seguir evitando el contacto social, lo cual no quiere decir que estemos siempre en casa o que paralicemos los trabajos no esenciales, sino que mantengamos esta prevención que tenemos ahora», explica Macip.
El médico, partidario de aplicar un «confinamiento intermitente» en los próximos meses, con unas semanas de aislamiento y otras de actividad, considera que se logrará frenar la propagación de la COVID-19 cuando exista una «inmunidad de grupo».
«Cuantas más personas hayan pasado la enfermedad y tengan anticuerpos para ser inmunes, menos contagios del virus habrá, y esto lo puede conseguir la vacuna, que saldrá en un año, si todo va bien», reflexiona.
Salvador Macip (Blanes, 1970), residente en Reino Unido y con años de investigación sobre el cáncer y el envejecimiento celular en Nueva York, ha reeditado recientemente «Las grandes epidemias modernas» (La Campana), una obra divulgativa publicada hace una década, durante el brote de la gripe A, que acerca al público explicaciones sobre microbios, virus o epidemias.
De acuerdo con el autor, que la población entienda que hay microbios «buenos y malos» y que las pandemias son previsibles es «esencial» cuando aparece un virus nuevo y, sin una vacuna ni fármacos para atajarlo, tan sólo se puede combatir con medidas como el aislamiento social.
«Vendrán más pandemias a lo largo del siglo y debemos estar preparados», advierte Macip, consciente del riesgo de repetir los mismos «errores» cometidos por la mayoría de países europeos en la gestión de la actual crisis sanitaria causada por el coronavirus, que supera el millón de casos registrados en el mundo.
A diferencia del continente asiático, «que ha reaccionado rápidamente», Europa ha actuado «al contrario», con países como España o Reino Unido que han aplicado «demasiado tarde» el confinamiento, desatando consecuencias «importantes», según el investigador.
De hecho, Macip apunta que, en general, han fallado tres puntos básicos en la preparación de una pandemia como la de la Covid-19: la instrucción a líderes políticos para que respondan con rapidez, la inversión necesaria en ciencia y el uso de una estrategia adecuada de comunicación con la ciudadanía.
En este último caso, el médico critica que el gobierno español «esté usando al Ejército para lanzar mensajes a la población», cuando en realidad se debería «instruir» y «explicar el porqué de las medidas», en lugar de decir «Todos a casa porque somos soldados».
«Tenemos que intentar no crear pánico, pero a la vez tratar los temas con seriedad», de la mano de un grupo de asesores dispuesto a asesorar de manera coordinada al gobierno de cada país, según indica Macip, quien insiste en que no se destinan suficientes fondos a la investigación científica.
«Hemos desaprovechado los últimos diez años desde la pandemia de la gripe A; había proyectos en España que proponían investigar el coronavirus, pero se consideró que no eran prioritarios y no se invirtió nada», asegura el genetista, y recalca: «No somos conscientes de que, al fin y al cabo, la ciencia es la que nos va a sacar de estos problemas».