El Consejo de Ministros extraordinario reunido este domingo ha aprobado la paralización de las actividades no esenciales desde este lunes, 30 de marzo, y hasta al menos el próximo jueves 9 de abril, ambos inclusive, para frenar la propagación de la COVID-19, a través de un permiso retribuido recuperable, por lo que los trabajadores no perderán su salario pero tendrán que recuperar horas tras el estado de alarma.
La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha informado este domingo de las nuevas medidas que endurecen el confinamiento.
Así, ha asegurado que han analizado constantemente todos los escenarios posibles y finalmente se ha decidido endurecer el confinamiento. «Tenemos que dar un paso más, tenemos que lograr que la movilidad sea la de un fin de semana, la de un domingo», ha dicho Montero. «Sabemos que es complicado seguir reduciendo la movilidad pero todavía nos queda ese pequeño margen», ha añadido.
Montero ha asegurado que el objetivo es «ganar tiempo» y aliviar al sistema sanitario. Así, ha explicado que este real decreto ley «es inédito pero necesario».
Posteriormente, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha explicado las nuevas medidas.
Ha explicado que el permiso retribuido se va a aplicar para los trabajadores que tienen que parar su actividad pero no se aplicará a los empleados incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), a los que se encuentren de baja, ni a los que teletrabajen.
Así, este permiso retribuido recuperable -abonado por el empleador, aunque el empleado tendrá que recuperar las horas cuando vuelva al trabajo- se aplicará a todos los trabajadores que actualmente no prestan servicio en actividades esenciales.
Se trata de ocho días laborables, tal y como ha dicho Díaz. Los trabajadores tendrán que devolver esas horas que no van a desempeñar durante estos ocho días.
Díaz ha concluido recordando que este confinamiento total «tiene una única misión que es reducir la curva de contagios de enfermedad».