Una imagen de cordialidad está levantando polvaredas sobre Vox y Podemos. La conversación informal y en ambiente de buena sintonía que se produjo este viernes durante el aniversario de la Constitución en el Congreso entre Pablo Iglesias, Inés Arrimadas e Iván Espinosa de los Monteros ha creado malestar y cruce de reproches con otros líderes políticos, lo que se ha evidenciado a través de las redes sociales.
Así el dirigente del PP Teodoro García Egea se preguntaba si Vox era «útil» para la izquierda al ver las buenas maneras entre Iglesias y Espinosa de los Monteros.
Iglesias había señalado en un Twitter que «esta nochebuena en muchas familias habrá votantes de UP, de partidos independentistas, de Vox, del PSOE o de cualquier otro. Igual que en las cenas de trabajo o de la clase de la facultad. Y hablarán y se reirán. Eso no es una falta de coherencia política, sino condición humana».
Acompañaba el texto de varias fotografías conjuntas de representantes de distintos grupos políticos y, entre ellas, una con Oriol Junqueras, a lo que el Gabriel Rufián, de ERC contestó: «Qué cobarde equiparar a quien está en una celda por sus ideas con tu compadreo de hoy con los dirigentes del partido que le pedían 75 años en el juicio que le llevó a dicha celda. Y aún más cobarde cuando sabes que no se puede defender 'vicepresidente'».
El desencuentro entre ambos se ha hecho notar durante la semana cuando Pablo Iglesias señaló que ERC debería seguir la senda negociadora de su anterior portavoz, Joan Tardá, en lugar de la actual de Gabriel Rufián.