Unas 350.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona, se han manifestado esta tarde en Barcelona bajo el lema «Libertad» para mostrar su rechazo a la sentencia del procés.
La concentración, convocada por la ANC, Òmnium Cultural y un numeroso grupo de entidades sociales y culturales, ha abarrotado la calle Marina de Barcelona para protestar contra las condenas dictadas por el Tribunal Supremo a los líderes del procés.
A la manifestación se han adherido todas las fuerzas independentistas -JxCat, PDeCAT, ERC, la CUP y Demòcrates- y tanto el presidente de la Generalitat, Quim Torra, como el presidente del Parlament, Roger Torrent, han participado en esta movilización.
La marcha llega después de que el pasado 14 de octubre el Tribunal Supremo hiciese pública la sentencia del 1-O, con penas de cárcel para Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Dolors Bassa, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
El vicepresidente del ejecutivo catalán, Pere Aragonès, así como consellers como Josep Bargalló (Educación), Àngels Chacón (Empresa) o Damià Calvet (Territorio) también han acudido a la movilización, en la que han participado asimismo familiares de los dirigentes encarcelados.
Igualmente han querido secundar esta multitudinaria muestra de rechazo a la sentencia el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, el presidente de la asociación de actores y directores profesionales de Cataluña, Àlex Casanovas, o el secretario general de la UGT, Camil Ros, aunque su homólogo de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, no ha acudido a la marcha, como tampoco ha habido presencia de los líderes de los comunes.
Los manifestantes han exhibido numerosas banderas 'estelades' y pancartas con eslóganes como «La prisión no es la solución», «Basta de represión», «Amnistía» o «Spain, sit and talk» ("España, siéntate a hablar").
Las proclamas en favor de la «independencia» de Cataluña o de la libertad de los «presos políticos» han marcado la manifestación, que ha llenado de manifestantes la calle Marina desde más allá de la Sagrada Familia hasta la avenida Icària, aproximadamente.
Una semana después de las «Marchas por la libertad» impulsadas por la ANC y Òmnium por toda Cataluña -que reunieron el viernes 18 a más de medio millón de personas, también según la Guardia Urbana, y se vieron empañadas por los disturbios en las movilizaciones de los CDR-, las dos entidades soberanistas han buscado así de esta manera poner el acento en el carácter «pacífico» del movimiento independentista y medir fuerzas frente al constitucionalismo, que se manifestará este domingo en el centro de Barcelona.