El Congreso dará vía libre, en el Pleno de la próxima semana, a la subida de la pensión de orfandad a los hijos de víctimas de violencia machista, que pasará de los 140 euros a un mínimo de 600 euros, y tendrá carácter retroactivo desde 2004, año en el que se aprobó la Ley Integral contra la Violencia de Género.
Con esta nueva norma que, previsiblemente, saldrá adelante en el Pleno del jueves, tendrán derecho a la pensión de orfandad los hijos de las víctimas de violencia machista que en el momento de la muerte sean menores de 21 años o estén incapacitados para el trabajo, aunque se podrán mantener hasta los 25 años cuando estén estudiando o no tengan recursos.
Se trata de un texto que ha conseguido la unanimidad del Parlamento durante toda su tramitación. Salió de la Cámara baja con el apoyo de todos los grupos parlamentarios y en el Senado también ha conseguido el acuerdo de todas las fuerzas políticas, a pesar de que ha sufrido cambios en la negociación en la Cámara alta.
En concreto, se han incorporado a la ley inicial cuatro enmiendas del PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado. Una de ellas incluye a los hijos de funcionarias de clases pasivas, es decir, aquellas que se mantienen en ese régimen desde antes de 2011, como beneficiarios de estas pensiones.
En otra de sus aportaciones, piden al Gobierno que realice, en el plazo máximo de tres meses desde la entrada en vigor de la ley, un estudio para analizar otros casos de orfandad absoluta, como en accidentes de tráfico, para que reciban prestaciones de idénticas cantidades.
Un 70% de la base reguladora
En cuanto a los cambios necesarios para hacer posible esta subida de la pensión, la norma recoge que pasen de ser contributivas a no contributivas, es decir, que no dependan de que la madre asesinada haya cotizado a la Seguridad Social, sino que su financiación llegue través de los presupuestos.
Además, las cuantías se elevan porque se aplicará el 70% de la base reguladora, la misma que a los huérfanos absolutos, teniendo en cuenta que, aunque el padre siga con vida, estará en la cárcel.
Sin embargo, la pensión que reciban los huérfanos no será la misma. Con este cambio se garantiza que aquellos menores cuya madre no había cotizado tengan una pensión mínima gracias a una nueva prestación diseñada para fijar la cuantía con parámetros de Seguridad Social, aplicando ese 70% de la base reguladora. Estos niños pasarán de cobrar unos 140 euros a más de 600.
Es decir, estos 600 euros es «lo mínimo» que puede recibir un huérfano de la violencia de género, según explicó el PSOE, impulsor de esta reforma. Mientras, la pensión de aquellos cuya madre sí cotizaba sí dependerá del sueldo de ésta. En este caso, los socialistas han calculado que la media estará alrededor de los 800 euros.